Según relató Vera, la noche comenzó cuando se juntó con Zárate en una pizzería. Allí, Zárate “come la primera porción de pizza, empieza a toser, vomita y se cae al piso”. Unas personas lo asisten y, lejos de irse a su casa, el abogado y Vera siguen comiendo y se toman dos cervezas más, hasta eso de las 4.30, que la pizzería cerró. Ahí Zárate lo invita a Vera a su departamento y le pide que compre unas cervezas más para seguir tomando.
“En el ínterin que estoy comprando se acercan 3 personas y Ernesto los invita también al departamento y le pide que si tenían cocaína. Que ellos no tenían cocaína así que estos chicos empezaron a mandar mensajes y a llamar por teléfono y alrededor de las 5/5:30 de la mañana, después de fumar un cigarrillo de marihuana, Ernesto se empieza a alterar porque no conseguía cocaína y les empieza a decir a los chicos que ‘se hacían los tranzas y que no conseguían nada’”, dijo Vera en su declaración testimonial.
“Entonces llegan al punto de que Ernesto lo invita a uno de ellos a pelear afuera al patio, que el departamento está en un primer piso y ellos bajan a planta baja donde está el patio. Que empiezan a pelearse que duro unos 5 o 7 minutos, que los otros dos muchachos logran separarlos y se retiran los tres del domicilio”, continúa el relato del no vidente.
Luego de esta pelea, Vera le recriminó al abogado lo que había hecho y Zárate lo echa. Ahí empezó un forcejeo cerca de la escalera y Vera logra tirar a Zárate “al vacío, para el patio de abajo”. El invidente entonces reingresó al departamento para buscar su bastón y celular y allí se desencadenó la parte más brutal de la pelea.
“En eso llega Ernesto al departamento me pega 3 piñas a la altura del occipital (el declarante se señala atrás de la nunca), que le digo ‘pará, ya me voy, busco mis cosas y me voy’, que empezamos a forcejar de vuelta y yo tomo de arriba de una barra un cuchillo y a ver que me tiraba de vuelta para fuera, y viendo que no se calmaba empiezo a clavar el cuchillo a la altura del abdomen, que después de tres o cuatro puñaladas más o menos se tira al piso y empieza a decir ayuda, entonces le digo cálmate y empiezo a llamar a la ambulancia”, fueron las palabras con las que Vera describió el hecho.
Otro hecho notorio de la declaración de Vera es que asegura que fue él mismo quien llamó a la madre del abogado, reconociendo que le mintió a la mujer y, por temor a cómo podía reaccionar, le dijo “que Ernesto se peleó con unos chicos”.
En otro momento de la indagatoria, Vera dijo que “Zarate estaba loco, es deportista, ha estado en centros de rehabilitación” y que solo lo apuñaló abajo del abdomen, por lo que pensaba que “lo iban a coser y ya está”. Al respecto cabe aclarar que Zárate también tenía puñaladas por la espalda, como consta en el informe médico. El no vidente también reconoce que en un momento consideró escaparse de la provincia, pero que al final optó por “hacer de cuenta que nada hubiese pasado”.
Otro testimonio que figura en el expediente es la de un comerciante de la zona que da cuenta de que el abogado le compraba casi todos los días 2 o 3 cervezas, pero que siempre fue muy respetuoso, razón por la cual a veces le fiaba. El miércoles previo a la pelea, este comerciante le fió unas cervezas a Zárate, quien aducía estar con problemas económicos. Cabe señalar que en su relato, Vera aseguró que fue él y no el abogado quien pagó las pizzas y cervezas que consumieron, por lo que todo indica que Zárate estaba atravesando una serie de problemas económicos.
“Ernesto suele ir a comer e ingerir bebidas alcohólicas (cervezas), es una persona de buen comer, Ernesto es un hombre grande en referencia a su contextura física, y de aproximadamente 49 años, se que es abogado, pero no ejerce por que le han retirado la matricula, esto lo sé porque el mismo me lo contó, y el motivo según el adujo es porque es agresivo, y que esta actitudes se debían a Ernesto, era adicto a las
drogas, pero también sé que él trabaja en un estudio jurídico, esa noche comió pizzas y bebió junto con Ariel, las pizzas y las cervezas fueron pagadas por Ariel”, dice parte de la declaración de la dueña de la pizzería donde comenzó la violenta noche.
Por último, cabe destacar que el abogado de Vera, Fabricio Luna, pidió la prórroga de 8 días para preparar la defensa, por lo que el no vidente continuará alojado en una celda de la Comisaría 38ª de la capital puntana.