Como bien informó este medio, se dio media sanción al proyecto que permite el uso medicinal de la marihuana y sus derivados. Sin embargo, el proyecto no dejó para nada conformes a las asociaciones cannábicas que asistieron a la sesión de ayer, como es el caso de Esperanza de Vida.
El punto más criticado es que San Luis no incluyó en la legislación el autocultivo. Según explicó Luzy Villarroel esto es vital ya que distintas afecciones se tratan con distintas cepas de marihuana. “Es tan simple y tan sencillo como que existen más de 3.500 variedades de cepas de plantas. No es una sola y cada persona necesita una cepa específica para tratar su patología. No es el aceite que contempla la ley nacional que sirve para todo. Por eso es necesario que escuchen a los usuarios”, destacó la mujer.
En base a esto, claramente se vuelve muy difícil que un solo organismo gubernamental pueda proveer a cada persona de la cepa que necesita; mientras que por el otro lado, si el autocultivo se hubiese incluido, cada uno podría plantar la variedad que necesita para su patología.
“No solamente el aceite es de la manera que se puede utilizar. Son varios los usos en los que, valga la redundancia, se usa la planta y no solo la flor. El aceite se hace con flores, pero hay muchos preparados en que utilizan las hojas, las raíces y los tallos que también sirven para aliviar los dolores o tratar diferentes patologías”, agregó Luzy.
Villarroel también calificó como “lamentable, triste y penoso” que muchos diputados, mientras se trataba el proyecto, “en vez de prestar atención estaban mirando Facebook”. La mujer destacó además que jamás se convocó a una asociación civil cannábica a discutir el tema en la Legislatura.
“Esta ley es más de lo mismo de la ley nacional. Teníamos muchas expectativas de que la Legislatura pudiera ser vanguardia en cuanto a la defensa del derecho humano a la salud, y no ha sido así. Plantean que jurídicamente el autocultivo no es posible, pero nosotros hemos estado con especialistas de la Argentina sobre política de droga que plantearon que San Luis podía autorizar como uso legítimo el autocultivo para fines medicinales, porque la ley penal que fue nombrado hoy aquí habla de la punibilidad del cultivo sin autorización y para uso ilegítimo”, comentó, por su parte, Valeria Sánchez Lucero, opinando que hubo “una falta de voluntad política” para hacer una “ley modelo a nivel nacional”.
El paso siguiente para Esperanza de Vida y otros usuarios del cannabis medicinal será lograr que en el Senado se implementen las modificaciones que ellos consideran necesarias. “Quedaron muchos baches. Acá se habló solo del cannabis con uso paliativo, pero ya hay investigaciones a nivel mundial de que, de tres tipos de cáncer de mama, se ha probado la cura de dos tipos por la doctora Cristina Sánchez en España, después de 10 años de investigación. Me parece que ha faltado información”, concluyó Valeria.
Finalmente, Gustavo Coria comentó como en Esperanza de Vida hay personas de todas las edades que usan la marihuana de formas muy distintas. “En el caso mío, la uso en crema, aceite y fumando. Hay otras personas que solo la usan en aceite y otras que solo fuman con vaporizador. Hay muchísimas formas en que se puede suministrar. No es tan solo un solo aceite como se hizo la ley nacional para epilepsia refractaria”, dijo Coria, no sin antes destacar que la ley está dejando a los usuarios “afuera en un montón de cosas”.
