Tras un extraño episodio, Ponce despidió a Silva y otros dos funcionarios

Según la versión oficial de la Municipalidad, el despido se debió a que, el pasado viernes, día en que Silva “se encontraba ausente”, los ya mencionados Puertas y Jiménez Nasseta le prohibieron al secretario de Obras y Servicios Públicos, Ramón Zarrabeitía, quien estaba subrogando a Silva, ingresar a las oficinas de su jefe directo. Al parecer, Zarrabeitía precisaba, de manera “urgente”, documentación vinculada a las instalaciones de alumbrado público para el nuevo barrio “Néstor Kirchner”, pero Puertas y Jiménez Nasseta, supuestamente bajo “órdenes de Hugo Silva”, le prohibieran el acceso a la misma y se negaron a acatar órdenes del secretario subrogante.

“Asimismo, también se le negó el ingreso al Director de Informática del Municipio, quien se hizo presente con el objeto de efectuar un relevamiento del equipamiento informático para inventariar los equipos, en un trámite de rutina que tenía por finalidad preservar el patrimonio municipal y, además, en razón de la refuncionalización exigida por el nuevo organigrama municipal que determina la necesidad de redistribuir recursos”, informaron desde la Dirección de Prensa de la Municipalidad.

“Enterado el Intendente de esta situación, dispuso la inmediata presencia del escribano municipal, Fernando Cangiano, y del Asesor Letrado, Ricardo Bazla, quienes verificaron que efectivamente los antes citados y el empleado Saulo Orozco, se negaban a acatar las órdenes del funcionario a cargo del área. Después de intimados y persistiendo en esa actitud, el Intendente dispuso la remoción”, agregaron.

Por el lado de los despedidos, cabe destacar que Puertas y Jiménez Nasseta, el mismo viernes a la tarde, acudieron a la Comisaría Primera a radicar denuncias por maltratos, hostigamiento y violentación de documentos y oficinas contra Zarrabeitia, Bazla y Cangiano.

Finalmente, y a raíz de estos hechos, el Intendente dispuso que, bajo la dirección de Zarrabeitia y Picco, se realice una exhaustiva auditoría interna, “tendiente a establecer y deslindar eventuales responsabilidades de orden funcional”.

Más allá de este reciente episodio, cabe destacar que Silva ha sido, por lejos, el funcionario más cuestionado de la gestión de Ponce, habiendo nombrado, apenas asumió, a su esposa, hijo y dos sobrinos en diferentes cargos dentro de la ex Secretaría de Obras Públicas. También fue sumamente cuestionado el hecho de que, como Silva es chaqueño y no tiene residencia en San Luis, el municipio le alquila una casa cuyo alquiler supera los 6 mil pesos mensuales.

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