Las nuevas asunciones se produjeron el pasado lunes.
El pasado lunes se realizó la sesión preparatoria de la Cámara de Diputados, con la asunción de los legisladores electos el pasado 25 de octubre, con la excepción del vicegobernador Jorge Díaz, que renunció a su banca, para ser reemplazado por Eduardo Mones Ruiz.
Lo más destacable de la nueva composición es que, por primera vez en muchísimos años, el oficialismo provincial no tendrá quórum propio, por lo que no podrá sesionar sin el apoyo de la posición y mucho menos aprobar proyectos enviados por el Poder Ejecutivo por cuenta propia.
Así es como el oficialismo, que en octubre perdió cuatro bancas, ahora tendrá un bloque de 20 diputados, sobre un total de 43. Luego, Cambiemos será la primera minoría, con 12 legisladores, seguida por el Frente para la Victoria con 8 diputados. Por último, el partido vecinal Mercedinos por el Cambio, que no es netamente oficialista ni opositor, tendrá tres bancas.
De este modo, el oficialismo ya no podrá aprobar proyectos del Ejecutivo ciegamente, como lo ha venido haciendo por años, ni sesionar sin la presencia de la oposición.
La situación del oficialismo se complica aún más si se tiene en cuenta que dos de sus diputados, Eduardo Mones Ruiz y Graciela Corvalán, serán parte del Gabinete de Alberto Rodríguez Saá. Seguramente teniendo en cuenta lo rápido que Rodríguez Saá solía cambiar de ministros en sus gobiernos anteriores, ninguno de los dos diputados renunciará a su banca, sino que se tomarán una licencia. Esto significa que ninguno podrá ser reemplazado y que el bloque de Compromiso Federal quedará entonces con 18 legisladores.
Si a esto le sumamos la gigantesca cantidad de ausencias que suelen tener los diputados oficialistas del interior provincial, es muy probable que Compromiso Federal tenga un 2016 más que complicado.
Cambiando de tema, Graciela Mazzarino fue reelecta como presidenta de la Cámara, mientras que la vicepresidencia primera recayó en Bartolomé Abdala, el líder del PRO de San Luis.
Finalizados los nombramientos de protocolo, los diputados ya están en condiciones de disfrutar de sus salarios superiores a $50.000 y de sus cuatro meses de vacaciones, que solo serán interrumpidas por la sesión extraordinaria que Rodríguez Saá deberá convocar para tratar el presupuesto 2016.