Una fuente deslizó el motivo de la falta de quórum. Sin embargo, todo parece indicar que habrá al menos una sesión extraordinaria.
La última sesión del año del Concejo Deliberante no se concretó debido a la falta de quórum. Sin embargo, habría al menos una sesión extraordinaria porque restan tratar importantes proyectos de interés para el Ejecutivo municipal como son el presupuesto 2018, la tarifaria y la extensión de la emergencia económica que vence a fin de año.
Dentro del recinto del Concejo estuvieron presentes ayer apenas siete concejales y faltó solamente uno para que hubiera quórum. Daniela Serrano, Virginia Ortega, Norma Rosales, Juan Domingo Cabrera, José Luis Dopazo, Francisco Guiñazú y Roberto González Espíndola son los concejales que quisieron sesionar.
Entre los que no concurrieron hubo varios ausentes con aviso, según manifestó el secretario legislativo del Concejo. Sandra Barroso estaba como intendenta debido a la ausencia de Enrique Ponce y el edil Luis Macagno se encontraba fuera de la provincia. Claudia Rocha, Javier Ortiz, Federico Cacace y Germán Ponce también tenían falta justificada.
A pesar de las ausencias justificadas de varios ediles, una fuente del Concejo indicó que deliberadamente se impulsó la falta de quórum para que no se tratara sobre tablas el proyecto para prohibir los espectáculos musicales en inmediaciones de la Catedral con el objetivo de que no se afecte la estructura del edificio que es un patrimonio histórico. El proyecto es de la edil Sandra Barroso.
Los ediles presentes sesionaron en minoría y escucharon al cura Daniel Pérez, quien expuso ante los concejales sobre las deficiencias estructurales de la Catedral.