[dropcap style=”square”]E[/dropcap]sta mañana, desde La Gaceta tratamos de conseguir algún tipo de declaración oficial con respecto a por qué el gobernador puntano, Alberto Rodríguez Saá, fue el único mandatario que no firmó una solicitada difundida en los principales medios del país para apoyar al Gobierno Nacional en la reestructuración de la deuda emitida en divisas bajo legislación extranjera, por un monto estimado en alrededor de 67.000 millones de dólares. Desafortunadamente, la respuesta del Gobierno Provincial fue que no se iban a hacer declaraciones sobre este tema.
Horas más tarde, una especie de respuesta oficial llegó de la mano del bloque de senadores del Partido Justicialista, mediante un comunicado de prensa donde, obviamente, manifestaron su apoyo a Rodríguez Saá por no firmar la declaratoria nacional.
En este comunicado, los legisladores manifiesta que “la decisión del Gobernador no es nueva y solo viene a ratificar su postura en relación a la deuda externa que nuestro país ha contraído, y que fue manifestada claramente en su discurso del jueves 23 de noviembre de 2017 en el plenario de comisiones del Senado de la Nación, donde se debatieron los proyectos de reforma previsional y consenso fiscal”.
“Entendiendo que la deuda es odiosa, ya que fue contraída en perjuicio de los intereses del pueblo argentino, desconociéndose cuáles fueron los destinos de esos fondos; y, por lo tanto, nuestro gobierno no debe legitimarla. Esto sumado a que es muy grande el compromiso financiero que afronta nuestro país por la deuda externa, viéndose acrecentada descomunalmente en estos últimos cuatro años”, continúa el comunicado de los senadores.
Rodríguez Saá y la deuda odiosa
“La deuda externa fue estudiada por los economistas, a principios del siglo XX. Un economista dijo que la deuda externa se paga salvo cuando es odiosa. Y usó la palabra ‘odiosa’ y no hay un libro que lo haya corregido, o sea que ahí está la teoría económica, la más pura. Cualquier persona que salga de la facultad de Economía sabe que es una deuda odiosa”, afirmó Rodríguez Saá en noviembre de 2019, en el encuentro “Juventudes en Lucha” que se realizó en el salón “Manuel Belgrano” del Senado de la Nación, en Buenos Aires.
“La deuda odiosa es la siguiente: cuando la pide o la ha adquirido una dictadura, cuando la ha adquirido un gobierno corrupto o cuando la deuda externa se aplicó para pagar déficit. Cuando se pide y no se sabe dónde se aplicó. Cuando se pide esa plata para hacer algo y no se hace. Pedimos 150.000 millones más, ahora debemos 340.000 millones de deuda, algo así. Una suma inimaginable. Acá, en este auditorio, no entrarían todos los billetes. Necesitaríamos varios salones como este. Y yo me pregunto, ¿Qué hospital, escuela, vereda, alcantarilla o qué árbol se plantó con la deuda externa? Ninguno”, remarcó.
“La deuda externa argentina es odiosa y por eso necesitábamos que se pusiera en el programa. Porque de ninguna manera el gobierno nuestro debe legitimar la deuda externa odiosa. La deuda externa también se le llama deuda soberana, porque estaba dentro de la soberanía del país. Así se le llama en el mundo. El único país que cedió la soberanía de su deuda fue Argentina. Que se la cedió primero el juez Griesa y ahora a otros jueces de Nueva York. El mundo nos tiene que admitir que nosotros denunciemos eso y que la deuda externa la definamos los argentinos”, concluyó Rodríguez Saá el año pasado.