[dropcap style=”circle”]U[/dropcap]na de las principales características de la elección provincial de este domingo fue la ley que no solo garantizaba la paridad de género, sino que, con su artículo 11, obligaba a que todas las listas de candidatos sean encabezadas por mujeres en este 2021 y también en 2023, cuando se renueve la otra mitad de los diputados provinciales.
Ningún partido político salvo el oficialismo estuvo de acuerdo con este artículo, pero, obviamente, ninguno tuvo el valor de votar en contra del mismo cuando el proyecto llegó a la Cámara de Diputados en noviembre del año pasado. Por ejemplo, el diputado José María Escudero, de Peronismo del Interior, dijo que este proyecto “son cortinas de humo” y que está “harto de las estrategias políticas” del oficialismo, pero terminó votando a favor. Luis Lucero Guillet, de San Luis Unido y autor del proyecto de paridad de la oposición, dijo que estos artículos “tienen claramente un componente político y una clara injerencia en la vida de los partidos políticos, especialmente de los más chicos”. “Manifestamos todos los bloques de diputados, en su totalidad salvo el bloque oficialista, una disidencia en una disposición transitoria que claramente desnaturaliza el proyecto de paridad de género que busca la igualdad y la paridad entre hombres y mujeres”, dijo, por su parte, Gastón Hissa.
Luego de este domingo, se puede afirmar que lo dicho por la oposición se convirtió en realidad, porque de los 22 cargos que se disputaban, ingresaron 14 mujeres (63%) y 8 hombres (37%), ya que en la mayoría de los departamentos se elegían solo 3 legisladores.
Contando los legisladores que tienen mandato hasta 2023, la Cámara de Diputados provincial va a tener por los próximos años 23 diputadas (53,5%) y 20 diputados (46,5%). O sea que va a haber una mayoría de mujeres, pero vamos a estar muy cerca de la paridad.
Sin embargo, el artículo 11 también incluye a las elecciones 2023 y si los resultados son similares a los de este domingo, la disparidad se va a incrementar. Lo que es más, hay dos departamentos que renuevan 4 legisladores en 2023, donde habitualmente entran 3 oficialistas y un opositor. Si esto se repite en 2023, van a entrar 3 mujeres y 1 hombre por cada uno de esos departamentos, incrementando aún más la disparidad, que podría sobrepasar el 65% a favor del sexo femenino.
La ley provincial también establece que, luego de las elecciones de 2023, se va a ir alternando el sexo que encabece las listas. O sea que en 2025 y 2027, las listas provinciales deberán ser lideradas por hombres, lo que probablemente genere una disparidad a favor del sexo masculino.
Claramente, la ley provincial nunca va a servir para lograr una paridad, ya que a lo que apunta es a una “simetría equitativa”, según explicó muy bien el diputado Juan Pablo Funes Bianchi en noviembre de 2020, cuando se debatió el tema. “La alternancia no asegura la paridad de género, pero si asegura la simetría equitativa. Esto significa que, por momentos vamos a encontrar que va a haber más mujeres y, por otros momentos en esta Cámara de Diputados, vamos a encontrar que hay más hombres. En esta simetría equitativa es donde se encuentra la equidad y la igualdad”, dijo el legislador.