Al referirse a la reunión, el ministro del Interior, Obras Públicas y Vivienda, Rogelio Frigerio, dijo que los gobernadores ahora “son socios del Gobierno en encontrar soluciones” y apuntó que “hay que esforzarse en ver en qué coincidimos”. “Con todos ellos vamos a cambiar el paradigma de relación porque queremos construir un país federal entre todos”, explicó el ministro, asegurando que “la Argentina no tiene futuro con el país unitario en que se transformó”.
Sin embargo, el dato más notorio de la reunión no provino de ningún ministro ni del propio Rodríguez Saá, sino del diario La Nación, que escribió lo siguiente: “Macri enfatizó que la Casa Rosada tampoco debe ser como un ‘bombero’ corriendo para apagar el fuego. Hasta puso como modelo de administración prolija a San Luis, pero el ejemplo duró poco. Alberto Rodríguez Saá levantó la mano para decir que también enfrentaba sobresaltos financieros, y despotricó contra su antecesor, Claudio Poggi, de su propio riñón, y un programa escolar que instrumentó y ahora se volvió un dolor de cabeza”.
Si bien confirmó la continuidad del PIE apenas fue elegido, “el” Alberto ya había vertido múltiples críticas a este plan en una conferencia de prensa que dio a comienzos de mes. “Se que tiene muchos problemas, como que en algunos casos no se dan clases, otros no tienen lugar o no están comunicados. Y algunos casos también de que han abandonado la escuela secundaria para pasarse al plan PIE. Esto es como injusto, porque estamos por un lado haciendo doble inversión. Estamos vaciando el sistema secundario y alimentando, por otro lado, esa situación que no es del todo correcta. Vamos a trabajar a favor del plan PIE, pero seguramente vamos a tomar a medidas que las vamos a dar a conocer en su momento”, dijo el Gobernador en aquella ocasión.
“Estoy preocupado por las finanzas públicas”, fue otra dura frase que Rodríguez Saá utilizó para referirse a la gestión de Claudio Poggi, esta vez en el discurso que dio en la Asamblea Legislativa de la semana pasada.