Se trata de una especie que se considera como “casi amenazada”.
Otra vez un cóndor andino, el espíritu de los Andes, fue encontrado herido de bala en cercanías de San Francisco del Monte de Oro. El ave, catalogada por la UICN (Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza) como “casi amenazada”, fue hallada por los perros de una familia de apellido Sosa, que posee un campo a 6 kilómetros de la localidad. “Carreteaba perseguido por nuestros perros alrededor de las 19.30 del sábado. Cuando lo vimos lo tomamos y avisamos a la Policía de San Francisco”, relató el Sr. Sosa.
La Policía se puso en contacto con el Ministerio de Medio Ambiente, la cual llegó el domingo por la mañana a la localidad a buscar al cóndor. “Trasladamos al animal, un macho adulto, al Centro de Conservación de Vida Silvestre, donde fue revisado por el veterinario y allí constatamos que tenía un agujero de bala en un ala. Retiramos parte del tejido muerto de la herida, la limpiamos con iodo y aplicamos un antibiótico de amplio espectro. Hoy el ave ya está viajando a Mendoza y desde allí será trasportado en avión hasta Buenos Aires, donde será recibido por el personal del Proyecto de Conservación del Cóndor Andino para realizar los estudios necesarios y rehabilitación, de ser posible, para que el ejemplar vuelva a volar”, detalló el responsable del Centro de Conservación, Matías Ayarragaray, quien trabajó en conjunto con el veterinario del Centro, Agustín González.
“El cuidado de nuestros recursos es muy importante, sobre todo de aquellos que están en riesgo. Trabajamos para ampliar las capacidades y la tecnología de nuestro Centro de Conservación, pero también mantenemos convenios con fundaciones como Bioandina y el Programa de Conservación y Rescate de Aves Rapaces para rehabilitar estas grandes aves y poder devolverlas a su hábitat. Nuestra jaula de voladoras del Centro de Conservación es, desde hace algún tiempo, el último eslabón en esta cadena de recuperación. Para águilas y cóndores esa ha sido su último hogar para fortalecerse y volver a ser libres”, destacó la ministra de Medio Ambiente, Daiana Hissa.
El espíritu de los Andes
El cóndor andino tiene su hábitat en la Cordillera de los Andes, desde Venezuela hasta Tierra del Fuego, y los nativos lo creían el custodio del espíritu de los Andes. Es un ave enorme que se encuentra entre las más grandes del mundo capaces de volar. Dado su gran peso, que llega hasta 15 kilogramos, y su imponente envergadura de alas, que alcanza casi 3 metros, necesita algo de ayuda para mantenerse en el aire. Por ello, estas aves prefieren vivir en zonas ventosas, donde pueden planear sobre las corrientes de aire sin gran esfuerzo.
Según la UICN (Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza) la especie está categorizada como “Casi Amenazada”, lo que significa que sus poblaciones están en retroceso numérico y por lo tanto necesita del cuidado de todos para que pueda recuperarse. El cóndor tiene su hábitat en la Cordillera de los Andes, desde Venezuela hasta Tierra del Fuego, y no en todos lados su estado de conservación es igual.
En Venezuela se ha declarado extinto en 1965 y en Colombia y Ecuador sobreviven menos de 100 ejemplares silvestres. Esto se debe a varias causas que afectan las poblaciones de Cóndores. Como por ejemplo, hay un mito que muestra al cóndor como un ave que ataca al ganado, por lo tanto, se los ha envenenado con cebos tóxicos, se los ha cazado o son blancos para puntería. Además, la baja tasa de reproducción pone de manifiesto la importancia que cumple cada ejemplar eliminado, siendo significativo para la población.