A las demoras que se produjeron por diversos motivos, como por ejemplo que había una sola fábrica en el país que emitía los paneles del sistema de construcción que se empleó (Cassaforma), hubo que sumarle la usurpación de varias viviendas que, en octubre de 2015, estaban listas para ser entregadas. Estas casas tenían un avance de obra del 80%, pero los usurpadores robaron aberturas, grifería y sanitarios cuando se ordenó el desalojo de las mismas, haciéndolas retroceder a un avance del 30%.
Ante esta situación, se envió un informe a Nación pidiendo la refinanciación, pero nunca llegó una respuesta favorable. “Por eso la obra se quedó sin financiación”, contó el secretario de Gobierno de la Municipalidad, Francisco Petrino, señalando que “de forma permanente” se están reclamando fondos a Nación para poder terminar esta obra.
Otro punto llamativo es la inacción de la Justicia local, ya que hubo fotografías y muchos de los usurpadores y saqueadores fueron identificados, pero nunca se realizó ningún tipo de arresto ni se recuperaron los bienes robados.
“Desde la Municipalidad hicimos todas las presentaciones que teníamos al alcance y no fuimos notificados de que hayan llegado a ningún resultado”, comentó Petrino. “Estuvieron tres meses usurpadas y el episodio tuvo el desenlace que menos esperábamos, que era el deterioro de las viviendas”, agregó el secretario, quien aseguró que se seguirán haciendo las gestiones necesarias para poder concluir esta obra.