La mayoría de los habitantes de la ciudad capital le dijo que no al proyecto de los Rodríguez Saá y Lemme, pero nuevamente se encontró sumamente polarizada.
Las elecciones del pasado domingo volvieron a confirmar que, aunque sea levemente, la ciudad de San Luis es opositora al proyecto de los hermanos Rodríguez Saá y la intendenta Alicia Lemme.
En estas elecciones, si sumamos los porcentajes obtenidos por Enrique Ponce, Javier Cacace y el resto de la oposición, salta claramente a la vista que el 57,53% de los habitantes de la ciudad dijeron que no quieren a Alicia Lemme como intendenta.
Otro factor sumamente importante en esta ecuación es la impresionante cantidad de votos en blanco, nulos, impugnados y recurridos que hubo en la ciudad (13.683), y también el hecho de que solo votó el 74,79% del padrón.
Sumando estos dos grupos, encontramos que hay más de 45 mil personas en San Luis que no votaron por Ponce, Cacace o Lemme; y seguramente en torno a ellas va a girar la campaña de octubre, ya sea la de una Lemme que no quiere ser la única perdedora dentro del oficialismo o la de Ponce, quien es el que más cerca está de recuperar la intendencia para la oposición.
A su vez, esta tendencia también puso ser observada en la categoría de gobernador, ya que en la ciudad Capital, Claudio Poggi ganó con un 46,06%, cifra que, si bien es excelente, es inferior a la sumatoria de las obtenidas por Alfonso Vergés (30,45%) y José Riccardo (22,08%).
La fórmula opositora única de la que tanto se habló a fines del año pasado y comienzos de este probablemente habría derrotado a Lemme con facilidad y ofrecido una muy buena pelea a nivel gobernación. Sin embargo, las miserias y diferencias irreconciliables entre las principales fuerzas opositoras de la ciudad, el Frente Para la Victoria y el Frente Unidos por San Luis, volvieron a hacer acto de presencia para impedir que esto se logre.