La semana pasada ingresaron al Concejo Deliberante tres vetos del intendente Enrique Ponce correspondientes a ordenanzas aprobadas por el bloque opositor Unidad Justicialista. Estas ordenanzas corresponden a pequeñas obras, como colocar luminarias y reductores de velocidad, que realmente no le mueven la aguja económica a la Municipalidad, por lo que claramente la razón detrás del veto es una política.
En la mayoría de los cuerpos legislativos, este tipo de proyectos salen como proyectos de declaración, ya que se entiende que es el Poder Ejecutivo el que decide qué obras realizar. Así se ha hecho por años en el Concejo Deliberante y así se hace en la Cámara de Diputados, como pasó hace unas semanas cuando se aprobó un proyecto de declaración referido a la construcción de cinco nuevas maternidades.
Cabe resaltar que este tipo de proyectos no son vinculantes para los poderes ejecutivos, por lo que muchas veces pasan más que desapercibidos. ¿Por qué no son vinculantes? Porque si no lo fueran, cualquier legislatura opositora aprobaría proyectos ultramillonarios que el Ejecutivo después no podría llevar adelante.
Volviendo al Concejo Deliberante de San Luis, el bloque Unidad Justicialista comenzó, hace unas semanas, a presentar y a aprobar proyectos referidos a pequeñas obras como ordenanzas en vez de declaraciones, aprovechando la mayoría circunstancial que tienen gracias a los cambios de bando de Daniela Serrano y Roberto González.
Esto deja a Enrique Ponce con dos opciones: hacer las obras, doblegándose a la voluntad de los concejales de Unidad Justicialista, o vetar las ordenanzas, arriesgándose a que la oposición luego utilice eso mediáticamente para “mostrar” las obras de seguridad que el intendente no quiere realizar. Son dos situaciones en las que es muy difícil salir ganando, pero de igual manera la opción elegida por Ponce ha sido la del veto, quizás sabiendo que si Unidad Justicialista quiere insistir con estas obras necesita volver a aprobarlas, pero con los dos tercios de los votos del Concejo.
Sobre este tema, La Gaceta dialogó con el concejal poncista Federico Cacace, quien en las últimas sesiones ha criticado a Unidad Justicialista por aprobar este tipo de proyectos como ordenanzas en vez de declaraciones.
“Es una chicana. Esto siempre fue por declaración porque la oportunidad que el Poder Legislativo tiene para, digámoslo de esta forma, decidir las obras es al momento de votar el presupuesto del año siguiente. Ahora en el año 2018, a fin de año vamos a votar el presupuesto que viene elaborado por el Ejecutivo, pero el cual lo decide el legislativo. Esa es la oportunidad que el Concejo tiene para indicar y señalar obras, o si hacen falta más o menos recursos a, por ejemplo, seguridad vial u obras de esparcimiento”, fue el punto que sostuvo Cacace.
En cuanto a lo que está haciendo Unidad Justicialista, el edil cree que es para que al Ejecutivo le queden dos caminos, “uno que es vetarlo y el otro que sea no cumplir esas ordenanzas si no las vetás, y después obviamente van a empezar a insistir con el incumplimiento de esas ordenanzas en caso de que no hagan las obras”.
En este contexto, Cacace recordó que esto ocurrió en años anteriores, cuando él era secretario de Gobierno de la Municipalidad, y que la postura seguirá siendo la misma. “Frente a reiterados intentos de sancionar este tipo de proyecto como ordenanza, la postura va a seguir siendo la misma”, concluyó el concejal.