El concejal Mariano Stinga escribió sobre la situación de la salud pública de Merlo. Los merlinos nos enteramos de la renuncia pública, que hizo a su cargo, la directora del hospital. La dimisión fue desencadenada por una serie de problemas que, al parecer, comenzaron hace algunos meses, pero que en realidad, son producto de la falta de políticas para el área durante décadas.
En la provincia de San Luis está vigente, por ejemplo, una ley de Carrera Sanitaria que le quita la posibilidad a los profesionales de atender consultorios externos a los hospitales públicos en los que trabajan. Esto no sería tan malo, de no ser por los magros sueldos que perciben, teniendo en cuenta que en una ciudad turística como Merlo, los alquileres son muy altos y esto evita la radicación de especialistas en el interior del territorio provincial.
A las renuncias, se le suman también los despidos o, las más cobardes, “no renovaciones de contrato” a personas que “osan” denunciar los problemas del sistema, tal es así el caso del enfermero Guillermo Mohamed quien fue echado (afirmación de quién suscribe) de su puesto de trabajo luego de enviarle una carta (más que respetuosa) al Dr. Canteros, Jefe del Programa de Medicina del interior, Ministerio de Salud de la provincia de San Luis, de la cual creo importante repasar lo siguiente:
“…El día domingo 1 de enero del corriente mes y año, nuestro hospital sufrió un corte de energía eléctrica, ante lo cual, quién le escribe junto a dos hombres (un enfermero y un chofer de ambulancia) intentamos infructuosamente durante media hora encender un grupo electrógeno, totalmente cubierto de polvo, lo cual desnuda la sistémica falta de mantenimiento preventivo que padece el hospital.
Concomitantemente a la misma jornada laboral, debí acudir de noche a un accidente de tránsito en la ruta 5, con ambulancia interno 4/323 dominio HOR 180, en las condiciones habituales en las que solemos salir a saber: sin linternas, sin tabla rígida, sin operador de radio en hospital, sin médico ni camillero acompañante, y ante la necesidad de inmovilizar a la víctima que se trataba de una adolescente atrapada en una camioneta con lesión en su miembro inferior izquierdo, la férula inflable se encontraba pinchada con fuga sostenida de aire.
La única ambulancia de mediana complejidad con la que contaba el hospital, se encuentra hace más de un mes en taller. La cual carecía de elementos necesarios para la seguridad y efectividad de los traslados, a saber: matafuegos, linternas, sujeción firme de tubo de oxígeno, reparación de ciclador de oxígeno, y aspirador de secreciones , provisión de desfibrilador, reparación de tren delantero, reparación sujeta silla de ruedas, reparación de luces de destello laterales, bolso primeros auxilios ambulante. Y era la ambulancia que en mejor estado estaba en el hospital…”
Es decir, que a los problemas cotidianamente denunciados por los vecinos (falta de insumos, falta de especialistas, falta de nombramientos, colas interminables desde la madrugada para conseguir un turno que no siempre se consigue) se le suma la catastrófica noticia: El hospital de alta complejidad más cercano en territorio provincial se encuentra a 200 kilómetros y no hay una ambulancia preparada para derivar casos graves.
¿Y por casa cómo andamos?
Villa de Merlo cuenta en su haber con una ordenanza que crea cinco Centros de Atención Primaria de la Salud (CAPS), descentralizando lo que, a mi entender, es la instancia más importante de un sistema público: La Prevención.
La realidad es que, ni los que gobernaron hasta el 10 de diciembre de 2011, ni los que gobiernan actualmente, le dieron y le dan a esta ley municipal la importancia que se merece.
La ordenanza 652 establece que un 3% del presupuesto anual debe ser destinado al sistema
de atención primaria. En la anterior gestión, se creó un solo CAPS y que es el único que funciona en la actualidad (el CIC funciona pero con fondos nacionales).
Después de todos los esfuerzos realizados desde la banca del socialismo, que incluyeron denuncias públicas, pedidos de informes, etc., la anterior gestión nunca contestó ni avanzó en el tema.
Cuando asumen la Intendencia, las nuevas autoridades elevan el presupuesto para el año 2012, al revisar cuestiones de forma y fondo, reparo en que el porcentaje destinado a todo el sistema de salud es de solo el 2% que se traduce en $ 659.000,00, de los cuales $ 600.000,00 son destinados a sueldos y los $ 59.000,00 restantes se dividen en bienes de uso, de consumo y servicios no personales para todo el 2012.
Pedí en la reunión de comisión con la secretaria de Hacienda, que se reasignara alguna partida para completar el 3% estipulado y me pidieron que dijera yo de donde se sacaba la plata, mi respuesta fue muy rápida: “Si fuera ejecutivo revería lo destinado a “eventos culturales” que, a pesar de que me parece bueno destinar $ 1.300.000,00 a ese ítem, me parece más importante para el Merlo de hoy, el tema salud.”
Cuando devuelven el presupuesto corregido, no habían modificado el pedido, que ya no era mío, sino de todo el Concejo Deliberante que había votado la devolución. En un acto de buena voluntad y para agilizar una herramienta como el presupuesto, lo aprobamos por unanimidad con la condición (en el articulado) que en las próximas reasignaciones se solucionara el problema acomodando los porcentajes.
Hace algunas semanas, ingresa una modificación presupuestaria del Ejecutivo, oh sorpresa, no solamente no se corrige el tema salud, sino que se incrementa en $ 100.000 lo presupuestado para eventos culturales.
No voy a cuestionar un buen presupuesto para cultura (soy el autor de la ordenanza que crea un registro de artistas y asegura un porcentaje de contratación en eventos para los artistas locales, y que fue aprobada por unanimidad) pero veámoslo de esta manera y saquemos nuestras propias conclusiones:
-Presupuesto Secretaría de Cultura $ 1.057.407,00
-Presupuesto Festivales y Eventos Culturales $ 1.400.000,00
-Total Secretaria de Cultura y Festivales y Eventos Culturales $ 2.457.407,00
-Presupuesto total de Salud $ 659.000,00
En la opción entre lo urgente y lo importante, cada agrupación política define su rumbo, no es casualidad que en el nuevo organigrama municipal, Salud haya dejado de ser una Dirección, para pasar a ser una simple Coordinación.
El tiempo pasa….
Hace ya casi 30 años que gobierna la provincia de San Luis la misma agrupación partidaria, es inaceptable que la Ministra de Salud haga recaer la responsabilidad en los directores y en los profesionales de los hospitales, a la hora de explicar por qué el sistema no funciona.
El paralelismo entre las definiciones de lo urgente y lo importante en los presupuestos de la provincia y del municipio, no son casualidad, ya que el nuevo gobierno merlino pertenece a la agrupación partidaria que gobierna San Luis desde hace 3 décadas. Para algunos, pan y circo, para muchos, solo circo.
Ahora, si durante 30 años gobernó el mismo partido, y en todas las campañas políticas, los temas más cuestionados por los vecinos son salud y educación, la pregunta es: ¿habiendo tantos recursos económicos para otras cosas, a mí ver, secundarias, por qué, sacar un turno, conseguir un especialista, hacer una radiografía, es tan difícil en el sistema público de salud después de tanto tiempo? y se me ocurren dos respuestas:
1-Que la inoperancia del gobierno de la provincia es tal, que ni siquiera puede resolver los temas más básicos que hacen al sentido común.
2-Que una comunidad más educada cuestionaría demasiado al poder, y que una comunidad que no tiene que preocuparse por su salud tendría tiempo, también, para pensar y cuestionar.
Me cuesta mucho pensar que son inoperantes. Creo que “no hacer” es una manera de “hacer” política.
A la hora de criticar, criticamos a los que nos gobiernan, como si no los hubiéramos votado nosotros, y puedo entender que una mentira dure 4 años, un periodo, hasta dos a lo sumo (para ser optimista), pero si 30 años después estamos hablando de lo mismo, ya no solo es culpa de quienes nos gobiernan.
La herramienta para solucionar los temas inherentes a las necesidades básicas está en nuestras manos, y se llama participación…y se llama voto.