El único legislador nacional por San Luis que votó a favor del aborto, José Riccardo, habló sobre su voto, las presiones que recibió y las repercusiones que ha tenido.
El pasado viernes por la mañana, el PRO de San Luis inauguró su nueva sede y allí estuvo presente José Riccardo, quien habló con la prensa local sobre su voto a favor del aborto y las repercusiones que el mismo ha tenido en la sociedad puntana.
“Soy un político que asume las responsabilidades, la política no puede negar los problemas. Y aquí hay un problema social sanitario que sobretodo influye en los más humildes, que son ellas las que peor la pasan cuando se tienen que enfrentar clandestinamente la posibilidad de abortar. Entonces la política no puede negar los problemas y volver 100 años atrás es una hipocresía”, comenzó diciendo Riccardo, quien además destacó que él fue “el legislador que incorporó el capítulo educativo en esta ley”.
“De hecho, lo único nuevo que tiene la ley respecto a los proyectos originales es el título 3 acerca de la educación sexual integral. Hoy, 8 de cada 10 alumnos de las escuelas no reciben educación sexual. Tenemos que educar para no abortar, esa es la consignación. Esa fue mi contribución y del otro lado estaba nada más que el no”, dijo el legislador, sosteniendo que votó “escuchando una generación que pide soluciones”.
“Todos somos provida, todos somos antiaborto. Educar para no abortar, pero el aborto está aquí, a la vuelta de la esquina y si la política niega eso, es una política hipócrita. Además, no me preocupa ser diferente de Ivana Bianchi y que los demás diputados del oficialismo. Son diputados que han negado la realidad de San Luis”, continuó Riccardo.
En cuanto a las consecuencias de su voto, el diputado nacional comentó que alguien viralizó el número de su celular y que recibió “miles de mensajes”. Según contó, muchos fueron respetuosos, “de una y otra posición”. Además, señaló que no recibió presiones a nivel político o eclesiástico. “Pero bueno, con el debate y todo eso, aparecieron unas amenazas fuertes. Pero ayer, cuando me subí al avión para volver de Buenos Aires, la primera persona que subió me dio la mano y en voz alta, le agradezco por su voto”, relató Riccardo, asegurando que puede caminar tranquilo por la calle.
“Esto es una democracia. Tenemos un pueblo muy respetuoso más allá de que haya unos fanáticos que puedan pensar otra cosa”, concluyó.