[dropcap style=”circle”]E[/dropcap]sta mañana, La Gaceta Digital dialogó con dos productores agropecuarios de la zona de Lavaisse, en el departamento Pedernera, quienes dieron a conocer los constantes robos de ganado, maquinaría, amenazas y venganzas si realizan algún tipo de denuncia.
“Entran continuamente, haciendo pequeños robos, como baterías que hay en los alambrados eléctricos o pantallas solares y, por otro lado, si no cazan un chancho, te cazan un ternero. No hay vigilancia, no hay control de nada por parte de la Policía, es zona de nadie. Si los echás a los cazadores, al otro día se vengan, abriéndote la tranquera, arrastrándote la hacienda. Son amo y señor de ahí de la zona”, contó el productor rural Adrián Cartagenova.
“Antes eran los fines de semana que salían a cazar, ahora es todas las noches, continuamente. Todas las mañanas te encontrás con huellas”, quien estimó que “son cazadores que van por deporte”, y no porque tengan hambre.
Por otro lado, el productor señaló que el rol de la policía es prácticamente nulo. “Cuando hago la denuncia me dicen: ‘sí, sí, yo sé que ahí en el cañaveral, a través de la vía, paran todos los coches’. ¿Y si sabés por qué no actúan?”, comentó Adrián, quien en los últimas semanas ha sufrido el robo de 3 vaquillonas y 2 terneros, lo que significa una pérdida cercana a los $300.000.
Otro punto que destacó es que, cuando la policía actúa y realiza algún tipo de detención, los delincuentes son liberados a la semana “y después se vengan”.
Sobre este punto hizo especial énfasis otro de los entrevistados por este medio, quien prefirió permanecer en condición de anonimato por temor, justamente, a este tipo de venganzas. “Una vez, un empleado nuestro le dijo que no podían entrar y le respondieron así: ‘nosotros entramos toda la vida a estos campos y vamos a seguir entrando y si tenés un problema te vamos a matar a vos también’. Y al día siguiente nos carnearon una vaca y nos robaron un boyero”.
Este productor, que también ha perdido 3 animales, señaló en particular que “los cazadores entran a cualquier campo” y que “las últimas 3 semanas han sido insostenibles”, ya que no solo está en juego la parte económica, sino la vida de las personas que trabajan en los campos día a día. “A mi empleado no le voy a dar un arma porque no quiero que mate a alguien o que lo maten a él, porque vive con la familia”, comento.
Para finalizar, comentó que el rol de la Policía es nulo y que a los productores de la zona les han pedido $100.000 para vigilarla.
