El paquete estaba dirigido a un comerciante que posee un local en la Avenida del Sol. Un olor nauseabundo en la Terminal de Ómnibus motivó un operativo de la Dirección de Bromatología, cuyo resultado fue el decomiso de una importante cantidad de mercadería que ingresaba en forma ilegal a la Villa de Merlo.
“Acudimos a un llamado de la recepción de encomiendas porque sentían un fuerte olor de una de las cajas que recibieron. Intervenimos secuestrando esta encomienda, y encontramos salamines en mal estado, sin etiquetas ni datos del establecimiento elaborador, origen o fecha de vencimiento”, explicó Carlos Serna, director de Bromatología Municipal.
La mercadería, procedente de Córdoba, estaba a nombre de un comerciante de nuestra ciudad, e ingresó en forma ilegal ya que no fue controlada en la Cabina Sanitaria, una exigencia conocida por todos los expendedores e introductores de productos alimenticios. Los salamines tampoco contaban con números de RNPA (Registro Nacional de Productos Alimenticios) ni RNE (Registro Nacional de Establecimientos).
El equipo de Bromatología amplió el operativo y realizó una inspección en el local de regionales de Avenida del Sol, propiedad del comerciante al que iba dirigida la encomienda. “En el negocio encontramos más productos que tampoco cumplían con todos los requisitos, y presumimos que han ingresado de la misma forma. Todos los comerciantes conocen los procedimientos, por eso no podemos permitir estas maniobras que ponen en riesgo la salud de nuestra comunidad y de los turistas”, destacó Serna. En el local de regionales, ubicado en Avenida del Sol entre Conti y Pedernera, se labraron actas y los salamines fueron destruidos en la planta de tratamiento.