[dropcap style=”square”]E[/dropcap]l día de hoy, desde la UOM dieron a conocer que la empresa MABE, ante la enorme caída de su producción, acordó con sus trabajadores una suspensión de 40 días, hasta el 31 de octubre, durante la cual pagará el 85% de los salarios a sus empleados. Además, se abrirá el cupo para el retiro voluntario, con el pago de las indemnizaciones en tres cuotas.
“Estuvimos pasando un momento de incertidumbre terrible, dado que la empresa tomó decisiones fuera de lo que es el marco de la ley, porque ellos habían presentado un preventivo de crisis y el Ministerio de Trabajo la Nación todavía no se expidió y ninguna de las partes podía tomar decisiones de cualquier índole. La empresa en este caso lo hizo”, comentó Roberto Gómez, delegado y secretario adjunto de la UOM.
Esta decisión a la que el gremialista se refiere consistía en la suspensión de todos los empleados, a partir del 17 de septiembre, con un 70% de los haberes y un cupo de 30 trabajadores para un retiro voluntario en varias cuotas. Esto provocó que se realizaran asambleas y manifestaciones frente a la fábrica, reabriendo el diálogo con la patronal y llegando de ese modo a un acuerdo por el 85% del salario mientras dure la suspensión. Además, este acuerdo sirve de base por si la firma decide en el futuro realizar nuevas suspensiones.
Todas las negociaciones se realizaron ante el Ministerio de Trabajo de la Nación. Por su parte, la patronal se encuentra gestionando con el Gobierno Nacional el acceso al REPRO (Programa de Recuperación Productiva), lo cual permitiría que la fábrica de San Luis siga funcionando.
En cuanto a la posibilidad de que MABE reabra sus puertas tras la suspensión, Gómez dijo que los trabajadores tienen “buenas expectativas”. “Esto es una especulación de parte de los empresarios, no solo en la empresa MABE, sino a nivel país. La planta estaba produciendo muy bien semanas atrás y tenían ventas, pero con la subida del dólar la empresa decidió cancelar esas ventas. Pero la empresa estaba produciendo, por eso el malestar de los trabajadores”, señaló el gremialista.
A esto se suma que MABE cerró su fábrica en Haedo, Buenos Aires, y está trayendo las líneas de producción de cocinas a la fábrica de San Luis, la cual, hasta el momento, solo produce heladeras. Por el otro lado, se ha conocido la noticia de que la firma ha decidido importar heladeras y cocinas del exterior. “Es toda una incógnita. No sabemos qué va a pasar, pero la empresa nunca nos dijo, ‘vamos a cerrar’”, comentó Gómez.
A comienzo de año, MABE San Luis tenía alrededor de 320 operarios. Tras despidos y diferentes etapas de retiros voluntarios, hoy en día quedan unos 250.
