La coordinadora de Barrios de Pie comentó los pormenores de su encuentro con el ministro de Desarrollo Social, durante el cual se discutió el cierre de merenderos y la malnutrición infantil que se ha registrado.
El día de ayer, la coordinadora de la organización Barrios de Pie, Carolina Lucero, le comentó a La Gaceta el resultado de su encuentro con el flamante ministro de Desarrollo Social, Sergio Tamayo, durante la cual se abordó la problemática del cierre de los merenderos “22AG” y los casos de malnutrición que en ellos se han registrado.
En cuanto al cierre de merenderos, Lucero contó que Tamayo explicó que fue por “irregularidades que tenían”. “Lo que nosotros planteamos es que el Estado debe tener un control mucho más seguido y continuo sobre este tipo de espacios para que funcionen. La solución no es cerrarlos, todo lo contrario, la solución es que haya control, perseverancia y una buena estructura para poder controlar eso”, opinó la coordinarlo de Barrios de Pie.
“Lo que él respondió es que no, que ya se habían cerrado por las irregularidades, que ellos preferían juntar dos grupos en una casa o mover la gente para otros espacios, porque dicen que hay determinados merenderos que van a seguir funcionando”, dijo Lucero, quien opinó que, teniendo en cuenta el gran número de chicos que hay en determinados barrios, “puede terminar siendo poco el espacio físico”, a la vez que “tampoco te garantiza un control a esos merenderos que hayan quedado funcionando”.
Todo este episodio de cierres y de un funcionario reconociendo que hubo “irregularidades” pone de relieve para Lucero, y seguramente para muchas otras personas más, que la creación de estos merenderos fue una decisión que “se tomó a las apuradas por un contexto totalmente electoral”.
A pesar de ellos, la agrupación Barrios de Pie se sigue oponiendo a que se cierren más de ellos. “Se utilizó mucho presupuesto de la provincia para poder mantener estos espacios. Estos espacios tienen que funcionar, porque son necesarios y es una política social que se lleva a cabo. Pero tiene que haber un control y ser bien implementada”, dijo Lucero.
En cuanto a la presentación del indicador barrial de situación nutricional (IBSN) que elaboró Barrios de Pie, el cual arrojó una malnutrición que afecta al 46% de los niños de 0 a 19 años que viven en barrios de alta vulnerabilidad social; la coordinadora comentó que el estudio fue bien recibido por personal del Ministerio, pero que Tamayo no dio ningún tipo de indicación de que se vaya a mejorar la calidad de los alimentos que se sirven en estos merenderos.
“Lo que ellos respondieron fue que a los niños no les gusta otra comida que no sea la golosina. Ellos se basan en que las familias están mal educadas en alimentación y no que la familia tiene bajos recursos que no le permiten acceder a una canasta básica alimentaria”, relató Lucero. “Si esto fuera uno de los condicionamientos, ellos como Ministerio deberían tomar las medidas necesarias y brindar talleres abiertos al público y controles sobre nutrición infantil a las mamás y papás de los niños”, agregó la coordinadora de Barrios de Pie.
En cuanto al resultado de la reunión y la posibilidad de que haya más, Lucero comentó que el tema “quedó medio en el aire”. “Nos dijeron que van evaluar el indicador nuestro entre tres ministerios, y que, en base a eso, nos íbamos a volver a sentar a discutir”, comentó.
La ONG también se fue con una respuesta muy vaga con respecto a su propuesta de elaborar un mapa online donde figure con exactitud la ubicación de cada uno de los merenderos, para que la gente los conozca y, al
mismo tiempo, “que se transparente la información”.
“Ojalá se arme una mesa de diálogo, no solo con nosotros, sino con otras organizaciones sociales que trabajan en los barrios y con la experiencia que cada uno tiene poder concretar políticas públicas que realmente beneficien a las familias, y no beneficien a algunos otros”, concluyó Lucero.