Expresó el ex jefe de Gabinete, quien criticó por varios motivos al Gobierno Nacional y habló sobre Néstor y Cristina Kirchner. Además, Alberto Fernández se refirió a su alejamiento de la gestión de Cristina, entre otros temas.
El ex jefe de Gabinete visitó San Luis como escala de su gira para presentar su nueva agrupación política, el Partido del Trabajo y la Equidad (PARTE). En una entrevista con La Gaceta, el ex funcionario criticó por varios motivos al Gobierno Nacional y habló sobre Néstor y Cristina Kirchner. Además, Fernández se refirió a su alejamiento de la gestión de la Presidenta, entre otros temas.
Es importante destacar que Fernández fue el funcionario que ocupó la Jefatura de Gabinete durante la mayor cantidad de tiempo desde que se creó el cargo. Ejerció su función durante toda la presidencia de Néstor Kirchner y poco más de un año en el primer período de Cristina.
¿Cuál es el motivo de su visita?
Estamos tratando de trabajar con los amigos de cada provincia y llegar a avanzar en la construcción de una herramienta electoral para la próxima elección que es el Partido del Trabajo y la Equidad. Estamos en una etapa de explicarle a la gente lo que está pasando y cómo podemos salir de los momentos de turbulencia que estamos viviendo.
¿Cuáles son los momentos de turbulencia?
El país no es el país de las maravillas del que habla el Gobierno (nacional) ni tampoco es el país caótico del que habla la oposición. Creo que la Argentina tiene muchos problemas de los que nadie habla porque cuando no se habla pasa lo que le pasa al Gobierno que por no hablar los problemas, los problemas se le vienen encima.
¿A qué problemas se refiere?
Al problema económico. Hace cuatro años que venimos diciendo que estamos en proceso de crecimiento de los precios que en algún momento se va a volver difícil de manejar. El Gobierno durante esos cuatro años lo que hizo fue negar la inflación, en el acto de negar, facilitó lo que objetivamente hicieron los argentinos, preservar sus ahorros en dólares y ha descubierto que le cuesta tener dólares para seguir vendiendo. Entonces, sale para resolver el problema con una serie de medidas que lejos de resolverlo, multiplican el problema.
El origen es que nunca se aceptó que tenemos un problema con la inflación. El problema se destapa que con los cuatro años de Cristina se fueron 50 mil millones de dólares del sistema financiero y que mes a mes desde enero se están yendo 1000 millones ¿Quiénes son lo que se llevan esta plata?, ¿las empresas como dice la Presidenta? No, son los argentinos que van comprando y acumulando esos dólares porque sienten que esa moneda no se les va a devaluar, no es víctima de la inflación. Cuando atiende esos problemas lo hace cerrando importaciones, imponiendo restricciones en la compra (de dólares) y eso genera en la gente más intranquilidad y por eso compran más dólares.
Lo que dice el Gobierno es que el 10% de los plazos fijos es en dólares, eso es verdad, pero el que ahorra en dólares atesora fuera del sistema. El sistema financiera tiene 711.000 cajas de seguridad que están agotadas desde hace seis meses. Los ahorros de dólares de los argentinos están ahí y lo digo para que no le mientan a la gente. El que ahorra en dólares lo hace por se va del sistema financiero y buscar la respuesta de cuántos ahorran en dólares en el sistema financiero, es una gran ficción. Lo primero que tiene que hacer el Gobierno es dejar de mentirle a la gente y asumir el problema.
¿Qué diferencias encuentra entre las gestiones de Néstor y Cristina?
Este proyecto no tiene que ver con aquél (el de Néstor). Era un proyecto abierto donde convocamos a gente de todos los sectores, era un proyecto de debate no era un proyecto de un discurso único, era
un proyecto que cuidaba la calidad institucional no lo echaba a (Fabián) Arregui para cuidar al vicepresidente con 50 causas penales. Era un proyecto que preservaba el superávit fiscal, Cristina recibió un país con más de tres puntos de el superávit fiscal y hoy tiene déficit. Nosotros teníamos que comprar dólares para que no baje de precio.
El Gobierno también hace cosas buenas, todo lo que está haciendo en materia de derechos civiles son cosas buenas como el matrimonio igualitario y la identidad de género, la nueva ley de adopción, la ley de muerte digna. Pero las personas del mismo sexi van a disfrutar poco en un país con los problemas económicos que tiene.
Usted trabajó mucho con Néstor y Cristina Kirchner, ¿cómo describe a cada uno?
A Néstor como un hombre mucho más abierto, mucho más pragmático y un hombre preocupado por las cuentas públicas. A Cristina como una gran oradora, una persona que se siente más cómoda en la política que e el arte de administrar y que trata de resolver los problemas de la administración con discursos políticos.
¿Por qué cree que ambos nunca tuvieron la costumbre de dar conferencias de prensa?
Es cierto que en el gobierno de Kirchner era distinto, yo todas las mañanas atendía a todo el periodismo y daba conferencias de prensa. Las conferencias de prensa sirven para aliviarles el trabajo a los periodistas, no es que un país sea mejor porque tenga conferencias de prensa. El problema no es a falta de conferencias de prensa, es el encierro de la información, eso si está mal.
El Gobierno no da conferencias de prensa, no explica, no dan conferencias sus funcionarios, no atienden a los medios. Han creado un sistema de medios que es como una suerte de órgano oficial del Gobierno. El Gobierno no tolera lo que le digo o lo que le dicen ustedes. Cuando ustedes lo critican, dicen que lo mandan los dueños de las empresas a hablar y preguntar, no tolera.
¿Por qué se fue del gobierno de Cristina?
Porque advertí que había una vocación de no escuchar, de no entender que estábamos cometiendo errores. Para mí la resolución 125, más allá del acierto o no, creo que había motivos para dictarla, nos enfrentó a toda una sociedad. Cuando se tiene una sociedad frente a uno, debe revisar si algo no estaré haciendo mal y hubo una enorme incapacidad para eso. Fíjese que el Gobierno cuatro años después sigue peleado con el campo. La preocupación que teníamos era que el 50% de la superficie sembrada era soja, cuatro años después, el Gobierno no les prestó más atención al asunto y el 75% es soja. Este es el resultado de encerrarse, de no escuchar y de actuar con prepotencia.