[dropcap style=”circle”]A[/dropcap]nte la repercusión que tomó que se hiciera púbico que el Gobierno provincial presentara en la Legislatura un proyecto de ley de lemas con miras a las elecciones 2023, el diputado oficialista Federico Berardo habló con La Gaceta Digital sobre la iniciativa y las críticas que hicieron sectores de la oposición.
“Es una iniciativa que le encuentro dos grandes ventajas. Primero lo que está pidiendo el electorado de no ir a votar cinco, seis veces al año con las erogaciones presupuestarias que eso significa. Segundo, creo que amplía claramente la posibilidad de participación de los que estamos en política. Es una forma de abrir el juego para los que estamos en política y para los que no, por supuesto. Es una buena oportunidad para que se empiecen a discutir ideas y no nombres”, consideró el legislador.
A las pocas horas que se conociera que el Ejecutivo mandara a la Legislatura el proyecto de ley, desde la oposición se empezaron a emitir comunicados criticando la iniciativa, tal como publicó este medio ayer. “Ante todos los comentarios de repudio que he visto, déjame decirte que en off en los pasillos de la Cámara, hay muchos diputados de la oposición que están bastante contentos y no es que me lo han manifestado exclusivamente a mí. Independientemente del repudio, vas a encontrar un poco de satisfacción también”, disparó Berardo, haciendo referencia que una ley de lemas “se abre el juego” de candidaturas.
Las críticas del diputado a opositores por la postura que fijaron sobre el proyecto continuaron. “Lo que no está bien es que se plantea en términos como trampa, que se pretenda pisotear el trabajo que hacemos los diputados. La ley la vamos a discutir, si creemos que habrá cambios, habrá que plantear esos cambios. No se puede dar por hecho que la Cámara de Diputados no tiene ninguna injerencia o va a dar un aval con los ojos cerrados a algo que está abierto al juego de la democracia”, dijo Berardo.
Para el diputado las PAS y las PASO fueron un fracaso porque no se cumplió el objetivo de fortalecer los partidos políticos y “se siguieron fortaleciendo los personalismos”.