“Las denuncias por el CDF son otro ataque a la gestión”, manifestó el asesor letrado, Ricardo Bazla.
“En el curso de la semana pasada tuvimos 3 embates directos por parte de El Diario de la República, propiedad de la familia Rodríguez Saá. Primero se desvirtuó groseramente un lamentable accidente que protagonizó el secretario de Desarrollo Social. Segundo intento de perjuicio, la maniobra que desarrollaron previamente a la interpelación del ingeniero Zarrabeitia. Intentaron por todos los medios desacreditar la capacidad de trabajo de la gestión municipal, y particularmente del secretario de Servicios Públicos. No lo lograron porque está todo realizado en forma cristalina”, denunció ayer el asesor letrado municipal, Ricardo Bazla, en conferencia de prensa. Además, también disparó contra Alberto Trombetta y los concejales del Compromiso Federal.
El tercer embate en cuestión fueron las denuncias realizadas por el diario y los concejales de los Rodríguez Saá, quienes aseguraron que en el Centro de Disposición Final se vendía maquinaria municipal ilegalmente. “En ningún momento, el Centro de Disposición Final, que es un órgano desconcentrado de la Municipalidad de San Luis, ha vendido maquinaría. En todo caso se ha comercializado chatarra, conforme a lo que está expresamente autorizado el CDF”, dijo Bazla.
Según explicó el asesor letrado, indicó que el decreto Nº 745 del año 2008, firmado por la ex intendenta Alicia Lemme, que dio creación al Centro de Disposición Final, establece que este órgano tiene la facultad de “administrar el patrimonio, incluyendo la ejecución del gasto de la venta de los servicios”, recaudar “para financiar sus gastos de explotación” y “definir el proceso de venta de residuos”.
Acto siguiente, Bazla hizo hincapié en que los elementos vendidos por el CDF son chatarra. “Una maquinaria tiene utilidad pública, mientras está prestando un servicio público, forma parte del dominio público municipal. Cuando esa máquina, por el paso del tiempo, entra en desuso y ya no es posible desde el punto de vista económico recuperarla, pasa al dominio privado, a través de un acto administrativo”, dijo el funcionario, comentando que, de ese modo, la maquinaria se convierte en un bien privado, del cual el municipio puede disponer como cualquier ciudadano puede hacerlo con sus bienes, sin pasar por el Concejo Deliberante o realizar una subasta pública.
“Existe una clara confusión malintencionada, que forma parte de la campaña electoral que ya ha iniciado el oficialismo provincial. Tiene que ver con hacer creer, a la comunidad, que la Municipalidad ha enajenado bienes de dominio público”, sostuvo Bazla. “Está todo en orden, la venta de chatarra se encuentra regulada por el decreto de creación del CDF, que responde a lo normado por la propia Ley de Contabilidad de la provincia y los bienes en desuso que se han vendido está todo correctamente facturado”, añadió.
“Es tan correcta la administración del CDF en la gestión Ponce, que se han logrado reducir los costos del transporte del personal, del alquiler de un camión batea y de la seguridad del lugar”, dijo el asesor letrado, quien después dio varios ejemplos de gastos que se redujeron en el traspaso de la gestión de Lemme a la de Ponce.
Bazla ejemplificó, con facturas correspondientes al último mes de la gestión Lemme, durante el cual se pagaron $47.111 por el alquiler de un camión batea, y la misma contratación del mes de febrero 2013, por $15.749. También en concepto de seguridad, al mes de noviembre 2011, se abonaron $39.835,62 en tanto que en abril 2012 se pagó $27.187. La particularidad de este último ítem es que la empresa que prestaba el servicio como intermediaria pertenece al actual jefe de la Policía de la Provincia, Miguel Angel Ubieta, en tanto que la reducción de dicho costo la actual
gestión la consiguió eliminando intermediario y contratando el adicional directamente con la fuerza policial. Otro ejemplo fue por transporte de personal. La gestión Lemme pagó en noviembre 2011 $23.368 y la actual gestión redujo el costo de ese servicio a menos de la mitad, $11.730.
