Por el momento se desconoce si van a ser de una o dos semanas las que se sumen a sus vacaciones de verano de 4 meses.
Como lo adelantó este medio, la Cámara de Diputados se tomó vacaciones antirreglamentarias el día de ayer y ni siquiera asistieron legisladores de la oposición ya que, se podría decir, se trató de una “rateada colectiva” que se había acordado la semana pasada entre los diferentes bloques.
Cabe recordar que, históricamente, los legisladores de San Luis se han tomado dos semanas de vacaciones de invierno por más que las mismas no figuran en ningún punto del reglamento interno de la Cámara. A esto hay que sumarle que nuestra Legislatura es de las pocas, si es que no la única del país, que se toma 4 meses de vacaciones de verano en vez de tres.
Tras años de esta pésima costumbre, la racha se cortó en 2016, cuando nuestros legisladores solo se tomaron una semana en vez de dos. Lo verdaderamente inimaginable ocurrió en 2017, cuando no se tomaron ninguna, dejando helados a todos los que siguen las noticias del ámbito legislativo puntano.
Los legisladores de la oposición faltaron para cumplir con una cargada agenda política en Buenos Aires, “para trabajar en conjunto sobre herramientas e inversión federal en suelo sanluiseño”, según señalaron desde Avanzar y Cambiemos por San Luis. Al parecer, esta agenda es tan, pero tan cargada que no se podía llevar a cabo de jueves a martes para que nuestros legisladores de la oposición pudiesen venir a sesionar el único día de la semana que lo tienen que hacer.
Por el lado del oficialismo provincial ni siquiera se gastaron en inventar una excusa. De hecho, cabe recordar que para el presidente del bloque Unidad Justicialista, Luis Martínez, tomarse vacaciones antirreglamentarias “es una tradición histórica”.
Ahora resta saber si estas vacaciones van a extenderse a dos semanas. Al parecer, lo único que podría llegar a reducirlas a una semana es que el Poder Ejecutivo remita al Legislativo todos los proyectos de ley que el Gobernador ha anunciado recientemente.
