Indignación en Villa Mercedes por el asesinato de dos perros

A uno lo mataron a hachazos y al otro a golpes.

Indignación es lo que se vive por estos días en la ciudad de Villa Mercedes, tras el asesinato, el pasado sábado, de dos perros a golpes, en dos hechos diferentes.

El primero de los hechos denunciado ocurrió en el barrio El Criollo, cuando la perra llamada “Negra” se escapó de su casa y protagonizó una pelea con otros animales, el sábado al mediodía. El final de la gresca lo habría puesto una mujer, quien para separarlos golpeó con un hacha al animal hasta dejarlo muy herido.
El dueño de la perra, Alfredo Molina, denunció el caso en la subcomisaría N° 22. En su relato aseguró que el hecho se produjo en la esquina de Nelson y Zabala Ortiz y comentó que su perra se escapó de la casa por un portón entreabierto y corrió unas tres cuadras hasta que se encontró con otro animal, que la atacó en la calle.

De acuerdo a sus dichos, la perra no atacó a los otros animales hasta que no la atacaron a ella y que “jamás había tenido un episodio violento contra otra persona”. Molina también denunció que su mascota, luego del ataque, corrió una cuadra hasta que quedó tendida desangrándose.

“Unos jóvenes que jugaban al fútbol y nos conocen a nosotros y a la perra la llevaron a la veterinaria, pero la doctora no la pudo salvar”, contó Molina, quien además consideró que “Negra” fue atacada “con saña” y con otros elementos, además del hacha.

El otro hecho (foto) también ocurrió el sábado pasado, cerca de las 13.45, en el barrio Las Mirandas de la ciudad de Villa Mercedes. Un testigo que presenció la golpiza radicó la denuncia en la Unidad Regional Nº II, según consignó Relaciones Policiales.

Se trata de Fernando Oviedo, un vecino de la calle Juan W. Gez, quien escuchó aullidos y quejidos de un perro, por lo que decidió salir a socorrerlo. Al hacerlo, vio a su vecino blandiendo un objeto contundente y al perro ensangrentado, casi desvanecido y “atorado” en la reja de la propiedad del agresor.

Tras pedirle a su vecino que dejara de golpear al animal, que no era de su propiedad, el denunciante sacó al perro desmayado de la reja y lo llevó a su casa para luego trasladarlo al veterinario, pero el animal se despertó, se asustó y huyó. Lo buscó pero sin éxito.

Al día siguiente, Oviedo se enteró que los dueños de la perra era una familia de apellido Pereyra, que vivía cerca de su casa, por lo que fue a verlos. Ellos le dijeron que el perrito había vuelto y que lo llevarían al veterinario. El lunes el animal falleció por lo que Oviedo decidió hacer la denuncia en la Unidad Regional N° II.

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