Las mismas buscan convertir al aeropuerto en un polo de desarrollo aeronáutico.
El gobernador de la Provincia, Claudio Poggi, inauguró este domingo obras en el polémico aeropuerto del Valle del Conlara, el cual, al día de hoy, no recibe ningún vuelo nacional. A raíz del gigantesco fracaso comercial que el aeropuerto ha sido desde su fundación, allá por 2001, la gestión de Poggi ha buscado convertirlo en un polo de desarrollo aeronáutico, incluyendo una escuela de pilotos, para lo cual realizó una gran cantidad de obras complementarias.
De este modo, el domingo se inauguró una planta de abastecimiento de aerocombustible, el abastecimiento de carga de agua y edificio para resguardo de la autobomba aeronáutica, y una estación meteorológica dependiente de la Universidad de La Punta.
“Hoy es un día histórico para San Luis, primero por tener la primera promoción de pilotos privados, además este aeropuerto se está transformando desde lo estratégico en un polo de desarrollo aeronáutico, ya es más que un aeropuerto”, sostuvo Poggi.
“La aeroplanta, donde todo lo que es eléctrico es antiexplosivo, con alarmas y bateas antiderrame, va a permitir en un futuro cercano que los aviones de gran porte pueden hacer escala aquí con posibilidad de planificación de viajes con mayores distancias y los de pequeño porte o avionetas pueden hacer la carga directa del combustible que necesiten”, aseguraron desde el Gobierno provincial, desde donde en ningún momento se informó el costo de todas estas obras.
A la estación meteorológica la construyó y desarrolló la Universidad de La Punta con tecnología y personal propio, y está integrada a la Red Provincial de Estaciones Automáticas. Como particularidad, tendrá acceso público. A su vez, el personal aeronáutico también podrá acceder a través de pantallas web para ver las condiciones meteorológicas en el momento que lo requieran. Cuenta con barómetro, pluviómetro y sensor de viento de última generación.
Por último, Poggi, pilotos y bomberos cortaron la cinta para dejar inaugurado el hangar para guardar la autobomba Pampa 10.000, un vehículo costoso para el cual no se contaba con lugar físico para resguardarlo.