“Este ‘excremento’ salarial es bastante exiguo. Por más que hablen del 30, la realidad es que, en abril, el compañero recién va a tener solo un 15%. Y la mayoría, sin salarios familiares, está cobrando alrededor de $3.900. Entonces el aumento del 15% que se va a cobrar en abril representa casi $600, redondeando. Y en la más alta del escalafón, la clase A, con 30 años de antigüedad, van a cobrar $800 de aumento”, comentó primeramente Nemzoff, destacando de paso lo poco que se incrementan los salarios de los empleados públicos a medida que suben de categoría.
“Hay que incentivar a todos los compañeros a que nos empecemos a movilizar en conjunto, más en una provincia que se jacta de que le sobra el dinero. En su casa, cuando uno tiene una crisis, lo que hace es suprimir los gastos supérfluos, como las idas al cine, las salidas a cenar, y deja lo más fundamental. La provincia no ha suspendido nada y tenemos un Carnaval donde van a gastar más de 60 millones, que es mucho más que todo el aumento para todo el escalafón general. Los 4.500 empleados representan 38 millones”, comentó el secretario adjunto de SIEP, quien asegura seguir semana tras semana los decretos que se publican en el Boletín Oficial.
“Encima, la mayor parte de lo que se gasta en el carnaval no queda en la provincia. En la contratación de los 3 artistas principales de cada noche ya tienen 3 millones de pesos. Y después hay 10.5 millones en colectivos. Acá, gran parte de ese dinero se va de la provincia se va de la provincia. Si hay una crisis, lo que va a sueldo se queda en la provincia. Lo que el compañero cobra lo gasta todo acá”, agregó, con mucha coherencia, Nemzoff.
Como si eso fuera poco, el sindicalista estima que “de lo que la Provincia tenía presupuestado en recursos de la Nación, en el trascurso del año van a recibir más de mil millones extra, por la misma inflación nomás”. “Con lo que van a recibir extra les alcanza para pagarlo todo de una sola vez y todavía dar mucho más, sin tocar el carnaval, las carreras y los partidos de fútbol”, opinó.
“El Gobierno no recibe, no discute, esto ya viene desde la política de Alberto Rodríguez Saá. Cada compañero tiene que tomar la decisión de dar la pelea, no somos los dirigentes los que podemos torcer el brazo solamente si no hay el acompañamiento de todos los compañeros”, concluyó Nemzoff.