“Son 300 familias las que abarcan todos estos parajes, que a partir de hoy abrirán la canilla y habrá agua”, dijo el Gobernador.
El gobernador de la Provincia, Claudio Poggi, acompañó a la comunidad de Puesto Balzora en la inauguración de una planta de agua potable. En la zona, que se caracteriza por ser muy árida, la escasez de agua era una constante y el objetivo de esta obra es garantizar el servicio básico. Esta fue una de las 16 plantas potabilizadoras que se inauguraron ayer en las diversas zonas rurales de la provincia.
“Son 300 familias las que abarcan todos estos parajes, que a partir de hoy abrirán la canilla y habrá agua; se podrán conectar al acueducto y realizar una actividad productiva con mayor eficiencia, con mayor producción”, dijo Poggi.
Leonarda Guardia de Mercado, vive en el paraje Puesto Balzroa desde hace 89 años y siempre soñó con tener agua potable. Acompañada por su nieto agradeció al gobernador por la oportunidad. “Es la obra más importante en la historia de nuestros parajes”, señalaron los vecinos, felices además por la visita de un gobernador a su remoto paraje.
Las características de la región, árida y con pocas precipitaciones, provocan que el agua sea escasa. Para mejorar la calidad de vida de los sanluiseños, el Gobierno de la provincia construyó 16 plantas potabilizadoras, para llevar agua potable a cientos de familias de zonas rurales de los departamentos Ayacucho, Belgrano y Pueyrredón.
“Esto llega en base a una política de estado hídrica, que tiene muchos años, que permitió recuperar muchas tierras de San Luis que eran improductivas y se llegó a muchas poblaciones que no tenían agua, mejorando su calidad de vida”, sostuvo Poggi, quien explicó que el agua llega desde el dique Nogolí.
Poggi recordó que en 1988, el entonces gobernador de San Luis, Adolfo Rodríguez Saá, visitó el paraje para inaugurar el nuevo edificio de la escuela. “En ese momento se planteó, con una mirada a largo plazo y visionaria, traer el agua a estos parajes, y fue así como empezó el gran desafío”, expresó.
“Después, durante el gobierno de Alberto (Rodríguez Saá), se licitó y se adjudicó el Acueducto Nogolí, que a lo largo de 700 kilómetros distribuye el agua de ese dique en 700.000 hectáreas donde el agua no llegaba bien”, agregó Poggi, quien durante su gestión construyó 29 plantas potabilizadoras. La ejecución de las obras demandó una inversión de $27.901.472 e incluyó la construcción de 44 kilómetros de acueducto y 30 kilómetros de redes de distribución.
“Los próximos conflictos que habrá en el futuro, serán por el agua dulce. Y nosotros tenemos la obligación de usarla bien y de aprovecharla bien, haciendo toda la infraestructura necesaria para que nadie en la provincia de San Luis carezca de ese recurso vital para la vida y la producción”, señaló el primer mandatario.
Luego, el presidente de San Luis Agua, Hugo Guzmán Durán, explicó que la obra consistió en un tanque de agua de 60.000 litros y las conexiones domiciliarias. “La empresa estatal maneja solamente el agua cruda, pero estos parajes están aislados y el gobernador nos pidió que nos hagamos cargo, que pongamos personal para que cloremos y para que esta política, que costó tantos años, se siga a lo largo del tiempo”, detalló.
Acto seguido, el primer mandatario firmó el decreto de homologación Nº 6588, por el cual pone a cargo de las plantas potabilizadoras a San Luis Agua.
Los parajes que cuentan con agua potable desde ahora son: Santa Rosa del Gigante, Naranjo Esquino, San Pablo, El Rambloncito, Represa del Carmen, Cabeza de Vaca, El Balde, Las Lagunitas, El Ramblón, San Pedro, Bella Estancia, San Vicente, San Antonio, Tres Lomas, Lomas Blancas, Hualtarán, La Tranca, Puesto Balzora, Balde de Azcurra, La Salvadora, San
Roque de Chipiscú, Santa Rosa del Cantantal, Santo Domingo, Chosmes, Alto Pencoso, Jarilla y Desaguadero.