[dropcap style=”square”]D[/dropcap]urante las primeras horas de este lunes se vivió un hecho sumamente confuso en el hotel Gran San Luis, sito en avenida Illia. Por un lado, 4 niños de la calle dijeron haber sido abusados y golpeados por personal del hotel. Por el otro, el conserje del local asegura que los niños se habían metido a escondidas a usar la pileta y a robar.
En este contexto, el abogado Guillermo Strazza, defensor del conserje del hotel, sostuvo que en ningún momento se produjo algún abuso y que este martes, a primera hora, realizaron una presentación judicial para dar a conocer que “él tenía información de los hechos y que solamente se la iba a dar al juez que interviniera en la causa”.
“Lo que ocurría es que no había causa, pruebas ni absolutamente nada, hasta que la noche del martes apareció una denuncia, a las 22.05, de una señora. Entonces, y a la luz de los hechos, hicimos el día de ayer una presentación de un escrito por falsa denuncia de las denunciantes, que ahora aparecieron y que serían las madres de los niños involucrados en el hecho”, comentó Strazza, señalando que la causa todavía está caratulada como “averiguación”.
El abogado también manifestó que la Policía “está hostigando permanentemente al conserje y a su familia”. Ante esta situación, Strazza aclaró que su defendido solo va a declarar ante sede judicial. “Tenemos elementos de prueba que le vamos a dar al tribunal y no a la Policía”, dijo el defensor, quien contó además que ayer se realizaron allanamientos en el hotel y la casa del conserje por orden del juez que interviene en la causa.
“Del hotel San Luis sacaron una plataforma telefónica con un disco duro, en el cual se va a constatar, si se hacen las pericias adecuadas, que el conserje estuvo llamando 6 veces al 911 y no recibió ningún tipo de asistencia policial. Por lo tanto, la Policía no le garantiza al conserje ningún tipo de declaración porque no investigó ni asistió cuando debía haber concurrido”, continuó el letrado.
El abogado también aclaró que la denuncia radicada es de una mujer de apellido Rosales, y que ella no manifiesta que su hijo haya sido tocado o abusado. Lo que es más, Strazza sostuvo que los supuestos abusos son “una fantasía” que nace de un huésped del hotel que ve bajar a los niños semidesnudos por la escalera y comienza a filmar la situación, preguntándoles cosas como “¿te tocaron?” o “¿qué te hicieron?”.
Según la versión que ofreció el abogado, los niños, aprovechando que el conserje estaba solo y que había más de 50 huéspedes, “ingresaron sin permiso y se fueron al tercer piso”. “Entonces el conserje tuvo que abandonar la conserjería, subió hasta el tercer piso y encontró que habían abierto una habitación y la lavandería y estaban robando toallas, toallones, zapatos, zapatillas, y salió a correrlos. El mayor le dijo a los otros niños, ‘vámonos a la pileta y desnudémonos’. Y las ropas que empezaron a tirar eran las de ellos. Tirados en la pileta, el más grandecito lo miraba al conserje y le decía, ‘dale, vení, vení’. Lo desafía”, relató el abogado.
Strazza manifestó además que los niños en cuestión pertenecen a “una banda” que llega al centro de la ciudad tipo 6 de la tarde, “arrasando con cuanta mesa suelta encuentran de algún servicio gastrónomico, y luego se instalan a pedir monedas o hacer de trapitos”. “Hay un montón de testigos dispuestos a declarar”, dijo el abogado, señalando que esta lista de testigos incluye a comerciantes de la zona y personal de otros hoteles de la avenida Illia.
“Conocen no solamente a los niños, sino también a los padres. Acá estamos enfrentando un problema de contenido social, y no policial”, concluyó el letrado.