Cuando la ambulancia llegó, el personal de salud le tomó la presión, le dijeron que “iba a estar bien” y se retiró. No quisieron llevárselo a la guardia para proveerle ningún tipo de tratamiento ni le suministraron medicamento alguno.
Horrorizados ante esta situación, los efectivos policiales, que eligieron permanecer en el anonimato porque no están autorizados a hablar, decidieron ayudarlo por su cuenta. Le prepararon un te, le compraron agua minal, galletitas, tortitas, medicamentos e inclusive le dieron un poco de su dinero.
“Me desperté a la mañana con dolor y vomitando, temblando mucho. Tengo puntadas de dolor aquí en la espalda”, contó Giuliano Cesar Estanislao, quien se encuentra recorriendo la Argentina en bicicleta y sin un peso. Lleva 20 días en San Luis y siempre ha dormido en la calle ya que en nuestra provincia no hay refugios de ningún tipo.
En cuanto a la atención médica que recibió por parte del personal que vino en una ambulancia del Sempro, Giuliano relató lo siguiente, lo cual fue corroborado por los oficiales presentes: “Me tomaron la presión y me escucharon la espalda para ver como respiraba y se fueron. Ahora la Policía me está ayudando”, relato el brasilero.
“Estoy queriendo subir para el norte porque el frío va a llegar y el frío acá es muy pesado”, concluyó Giuliano, infinitamente agradecido con el personal policial que lo asistió.