Educación establece un protocolo para emergencias que involucren a alumnos

La decisión se tomó tras el caso del docente que hacía fiestas con sus alumnos, el cual tomó de sorpresa al Gobierno.

Ayer, el ministro de Educación, Marcelo Amitrano, se refirió al caso del profesor Martín Rodríguez, acusado de organizar fiestas negras con sus alumnos, y del protocolo para este tipo de emergencias que, a raíz del caso, se ha fijado. Además, el titular de Educación confirmó que el docente fue inmediatamente apartado de sus horas de clase. 

“Si se comprueba todo esto, no haber detectado esto es algo que deberíamos revisar, mirar con más atención y ver qué pasó que todo en todo el sistema no pudimos tener una señal o algunas luces amarillas que nos dijeran que ahí podía estar pasando algo”, manifestó Amitrano, quien señaló que los directivos de las dos escuelas en las que Rodríguez daba clases, la Tulio Zavala y la Ramón Carrillo, se enteraron de la situación por los medios.

Una vez conocida la noticia, el Ministerio de Educación se puso a disposición de la Justicia, ordenó que los directivos de ambas escuelas y la supervisora general elaboren sendos informes sobre la situación. Los mismos arrojaron, contó Amitrano, que Rodríguez no tenía “antecedentes, denuncias o alguna cuestión disciplinaria particular”.

“En función de eso, hemos establecido un criterio rápido, ágil, preventivo, sin afectar los derechos de nadie. Cualquier miembro del sistema educativo, director, docente, regente, maestranza o funcionario, el que sea, que tome conocimiento de estos hechos que pueden suceder, tiene la obligación inmediatamente de comunicarlo al ministerio, en la persona del ministro o de algún jefe de programa. Y el Ministerio, tomado ese conocimiento, en 24 horas tiene que reunir todos los antecedentes que pueda y tomar una decisión respecto a la situación de los involucrados”, contó Amitrano.

“Todo eso, más allá de que seamos super eficientes, tiene su trámite burocrático, tiene su procedimiento. Y por ahí, en situaciones de esta índole, con chicos en la escuela, no hay tiempo. Los ánimos se enervan muy rápido, a las situaciones hay que darles respuesta inmediatamente”, agregó el ministro, señalando que las decisiones que se tomen con este nuevo protocolo “van a estar en función de preservar a los chicos, darle tranquilidad al establecimiento educativo, a la comunidad educativa y a los papás”; pero también garantizar la defensa del docente involucrado.

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