[dropcap style=”circle”]E[/dropcap]l día de hoy, el director del Sistema Penitenciario provincial, Segundo Gimenes, dio una conferencia de prensa en la que se refirió a la fuga, del predio de la Colonia Agrícola, de Alberto Figueroa, uno de los hombres condenado por el homicidio de Darío Gramaglia.
En primer lugar, Gimenes hizo un gran hincapié en que Figueroa se encontraba en la Colonia porque “los informes técnicos criminológicos daban que el interno podía estar en la Colonia Penal porque, en su artículo 15, la Ley de Ejecución de las Penas Privativas de Libertad dice que los internos que hubiesen alcanzado al periodo de prueba pueden estar en un principio de autogobierno. Entonces se hace toda la gestión, el interno solicita y puede gozar de salidas transitorias y la semilibertad”.
Acto seguido, el director reconoció que “es mínimo el control de la custodia que hay dentro de la colonia penal”. “Si bien trabajan efectivos todos los días, en producción, hay más gente diariamente, pero la custodia es atenuada”, añadió Gimenes, quien luego agregó que Figueroa, “con la custodia que tenía, se podría haber ido al segundo día” que llegó a la Colonia. Cabe señalar que Figueroa además estaba autorizado a vivir, incluyendo dormir, allí en la Colonia.
Actualmente, y contando a Figueroa, eran 3 los internos alojados dentro de la Colonia. En materia de guardias, había uno solo, al cual se sumaba el personal diario que hace trabajos de producción y control.
Otra gran falencia que reconoció el director del Sistema Penitenciario es que la Colonia “no tiene cámaras de seguridad”. Lo que es más, Gimenes reconoció que hubo fugas anteriores de la Colonia, pero no supo, o no quiso, responder por qué, luego de las mismas, nunca se colocaron cámaras en el predio, el cual cuenta con más de 39 hectáreas y solo está cercado con alambre. “Lo que pasa es que, en el sector, como es un autogobierno, no sé si lo podemos considerar”, dijo el funcionario, quien calificó la fuga como un “abuso de confianza prácticamente por el sistema que tiene de autogobierno el lugar”.
A pesar del “mínimo control” que hay dentro de la Colonia, se “ha dispuesto el pase a disponibilidad de dos efectivos para determinar si ha habido o no una falla en la seguridad”. La guardia, según Gimenes, es “permanente”, mientras que “el personal que trabaja tiene una basta de experiencia en el trato con los internos”.
Consultado por qué clase de acceso a tecnología tenía el prófugo, Gimenes negó que haya tenido una computadora, pero sí reconoció que tenía un teléfono celular. Figueroa no se llevó su teléfono cuando se fugó, ya que el mismo fue encontrado en la vivienda que habitaba en el predio. Asimismo, el prófugo podía recibir visitar en la Colonia y además contaba con el beneficio de “dos salidas transitorias mensuales autorizadas por la Justicia”.
Si bien Figueroa tuvo 10 sanciones entre 2009 y 2017, el director del Sistema Penitenciario dijo que tenía “una conducta ejemplar” y que ninguna de ellas ameritó “que él no pueda gozar de los beneficios”. A su vez, las sanciones en cuestión fueron, precisamente, por contar por aparatos de telefonía, lo cual no está permitido en nuestras cárceles. Minutos después, Gimenes agregó que “Figueroa era un interno que no era fácil tampoco por la capacidad intelectual que él tenía” y que “era difícil de sobrellevarlo”.
En otro momento de la conferencia, consultado por este medio por un supuesto conflicto que hubo entre Figueroa y un par de guardias en relación a unas cabras que había en el predio, Gimenes dijo que “hay unas cuestiones así” y que “puede haber habido una presentación, pero no una pelea”. “Él como que se adueñaba de las cosas que había en la Colonia Penal. Él considera por la atención que le daba a los animales que eran de su propiedad”, explicó, sin entrar en muchos detalles.
Figueroa fue visto por personal penitenciario el sábado por la noche. “A las 9.30 horas (del domingo) hace un recorrido el guardia que está en la colonia penal y visualiza de que no está el interno. Entonces, como es un predio abierto y de principio de autogobierno, y los internos no siempre pernoctan en su casa, él hace un recorrido previo por el predio y después puede determinar de qué no está”, relató Gimenes. Recién pasado el mediodía se notificó públicamente la fuga.
En la recta final de la conferencia, lo que quedó más que claro es que no hay una gran intención de revisar los protocolos de seguridad de la Colonia. “Obviamente, tenemos que seguramente plantearnos algunas cuestiones que si hay algo que ha fallado, pero nosotros creemos que hemos respetado lo que dice la ley de ejecución y llevado adelante lo que ha ordenado la Justicia”, dijo el director del Sistema Penitenciario.
Al ser consultado sobre si piensan sumar agentes, ya que no ponen cámaras de seguridad, la respuesta fue prácticamente la misma: “Por eso yo le decía recién que es un principio de autogobierno, que el interno tiene que tener las condiciones para estar en el lugar, ¿cierto? Y prácticamente tener un principio de autodisciplina, ¿no?”