Primeramente, Ponce se mostró más que conciliador con sus rivales políticos, principalmente en lo que respecta al gobernador electo Alberto Rodríguez Saá. “Quedamos que en el momento más oportuno nos vamos a reunir como la gente espera”, dijo el intendente, respondiendo de la siguiente manera cuando se le preguntó si cree que pueden llegar a trabajar juntos: “No tengo ninguna de que va a ser así. Basta de estar mirando para atrás, de los que me quieren a mí y no lo quieren a él o viceversa. La gente nos pide que todos los días trabajemos por el bien común. Además él hizo campaña diciendo que quería la unidad provincial. Aparte, algunas ideas de él me llegaron”.
Con otro con quien claramente quiere llevarse bien en este nuevo período es con el concejal José Luis Dopazo, quien a pesar de haber ganado su banca con el Frente para la Victoria, no ha tenido una muy buena relación con Ponce ni le ha dado todo su apoyo en el Concejo Deliberante.
“Él está dentro del bloque del Frente para la Victoria. Por una cuestión lógica presentó su renuncia como presidente del bloque del Frente para la Victoria, lo que era lógico, porque si él plantea toda su disidencia hacia mi condición política y mi gestión como intendente. Entonces, ¿qué hacés defendiendo el proyecto que lo trajo de la mano para que tenga una banca como concejal? Lo bueno es que ha reflexionado y sigue estando dentro del bloque. Me voy a sentar a tomar un café con él. Hay que recomponer todo”, dijo el jefe comunal, claramente apuntando a que el bloque del FpV, que estará empatado 6 a 6 con Compromiso Federal, no pierda ningún edil el próximo año.
Eso sí, con quien aparentemente no tiene la más mínima ganas de arreglar su relación es con el juez de Faltas, Alejandro Ferrari. “Créanme, tengo cosas más importantes de qué ocuparme que si me voy a tomar un café o no con el señor Ferrari”, disparó Ponce, remarcando además que durante su gestión “aumentaron las multas, pero descendieron los ingresos”.
En cuanto a su segundo período como intendente, Ponce se ha puesto como objetivo la implementación del expediente electrónico y una mayor eficacia de la estructura municipal. “Por eso, vamos a formalizar la descentralización administrativa, la eficacia y eficiencia de las áreas administrativas de cada uno de los gabinetes, vamos a reducir las secretarías, no va a estar la Jefatura de Gabinete, y vamos a hacer programas de trabajo”, dijo Ponce, quien además le solicitará al Concejo Deliberante la confección de un código de edificación, ya que no se puede “seguir trabajando sin una norma que ordene el crecimiento y el desarrollo de una ciudad”.
A su vez, aseguró que en los barrios, durante la campaña, le pidieron “que siga trabajando como hasta ahora y que cumpla con lo que me falta”. “Yo voy a seguir desmitificando eso que trató de imponer no la prensa, sino los adversarios circunstanciales políticos. Yo gané en toda la ciudad. Queda mal que lo diga, pero es verdad. Y además donde mejor me fue es en los barrios”, manifestó el Intendente, en referencia a sus rivales políticos que se cansaron de decir que los barrios habían quedado en un segundo plano durante su gestión.
“Hemos aprendido un montón, así como metimos la pata en varias áreas. Hay un equipo exitoso”, manifestó luego Ponce, quien, ante las incesantes preguntas sobre su próximo gabinete, tan solo confirmó públicamente la continuidad de figuras como Enrique Picco (secretario de Vivienda), Esteban Pringles (Hacienda), Carlos Vilchez (Legal y Técnica) y Ramón Zarrabeitia (Servicios Públicos). “Quiero convocar a un montón de dirigentes políticos a que se sumen a la gestión”, fue lo otro que Ponce adelantó sobre el Gabinete que se viene.