[dropcap style=”circle”]T[/dropcap]al cual lo adelantó La Gaceta Digital, en la sesión extraordinaria se trató el nuevo aumento de la tarifa de taxi (el segundo en el año), el cual es de un 30% y lleva la bajada de bandera diurna de $61,20 a $80; y de $67,30 a $88 para la nocturna. Por su parte, la ficha cada 180 metros pasará a costar $8. El proyecto fue aprobado por unanimidad.
Este es el segundo aumento que se otorga en el año al sector, ya que hubo uno previo, del 20%, que se aprobó en el mes de abril. Esto significa que, durante este 2021, la tarifa de taxi pasó de $51 a $80, lo que supone una suba del 56,8%.
“Se ha logrado la cifra de inflación anual publicada hace poquito por el Indec de un 51,2%. Entendemos que el 30% propone el Ejecutivo es absolutamente racional y acompaña la necesidad del sector”, dijo la concejal oficialista Julieta Ponce, presidenta de la comisión de Transporte.
En este sentido, cabe aclarar que el monto del 51,2% corresponde a la inflación interanual, ya que la anual, de acuerdo al Indec, acumula un 45,4%. A su vez, hay que destacar que el sector del taxi logró un aumento total del 56,8% este año, lo que supera cómodamente ambos porcentajes de inflación.
Ponce también señaló que este año el GNC aumentó un 50% y que se “ha escuchado toda la situación en particular del sector”, el cual ha sido “muy golpeado” en este 2021. En esto último coincidieron representantes de todos los bloques del Concejo, inclusive desde la oposición, desde solamente criticaron que el Ejecutivo no envió el estudio de costos. “El municipio tiene que volver a la práctica de enviar el estudio de costo, porque los números son los que le ponen razonabilidad al pedido de aumento”, dijo Guillermo Araujo, de Unidos por San Luis.
Por su parte, la oficialista Daniela Serrano pidió que se trabaje “para lograr que estas readecuaciones tarifarias también tengan una correlación en esa prestación de calidad del servicio” y que se discuta cuántas licencias puede llegar a tener una misma persona.
Tras un debate de media hora, el proyecto terminó siendo aprobado por mayoría, ya que los tres concejales de Unidos por San Luis se abstuvieron.