[dropcap style=”square”]C[/dropcap]omenzó ayer en Concarán el juicio por el caso Brenda Arias (19), asesinada de un disparo y posteriormente fue prendida fuego. El acusado es Juan José Murúa, quien se negó a declarar en la primera jornada del juicio.
La causa estuvo varios años sin detenidos. Murúa fue detenido recién en julio de 2017 cuando se le dictó el procesamiento y la prisión preventiva.
La madre de Arias, Norma “Negrita” Garayalde, estuvo durante años pidiendo justicia por el asesinato. En marzo de 2017, la “Negrita” fue noticia por arrodillarse ante el senador nacional Adolfo Rodríguez Saá, a quien le pidió que ayude a que se haga justicia y que no se proteja a los culpables e ineptos que manejaron la causa durante años.
En octubre del año pasado, Garayalde falleció.
Volviendo a la detención de Murúa, la jueza de Instrucción en lo Penal, Correccional y Contravencional de la tercera circunscripción judicial, Patricia Besso. La jueza dio a conocer la reconstrucción del crimen a través de un comunicado de prensa que se transcribe a continuación
“El día 11 de julio de 2009 en horas de la noche, 21:30 hs. aproximadamente, Brenda Jimena Arias salió de su domicilio de la localidad de Villa del Carmen, San Luis, trasladándose con dirección al comedor del Coco Torres, en donde había quedado en reunirse con Juan José Murúa y Carolina Pereyra. Al encontrarse con el local cerrado, entabló conversación -vía mensajes de texto- con Juan José Murúa.
Luego, Brenda emprendió el viaje de regreso a su hogar haciéndolo por ex Ruta Provincial Nº 1 y cuando llegó a la intersección de calle Padre Rocha, fue interceptada por Juan José Murúa, quien se trasladaba en su motocicleta 110 CC (Motomel).
Desde allí, se fueron hacia Ruta Provincial N° 1 en dirección cardinal Norte, lugar donde se produjo una discusión entre ellos y en el que Juan José Murua le propinó al menos un disparo de arma de fuego con su carabina calibre 22, arma que pasó a buscar horas antes por su domicilio, conforme surge de la mancha hemática encontrada en la pulsera del reloj de la víctima- Brenda Arias.
La discusión se produjo campo adentro. Allí, Murúa prendió el primer foco de incendio que fue sofocado cerca de las 02:00 AM por los bomberos. Ante tal situación, Murúa regresó desde la ruta que viene de Naschel, y prendió un segundo fuego, antes buscó el cuerpo y lo arrastró, dejando en el camino un bretel de silicona y un reloj (por motivos desconocidos ella se encontraba desnuda) depositando el cuerpo sin vida de Brenda encima de una hoguera que confeccionó para quemarla, proveyéndose de ramas, malezas y combustible -que poseía en la moto-. En la ocasión prendió fuego provocando que éste se queme casi en su totalidad, para luego hacerse del teléfono de propiedad de Brenda, el que manipuló hasta el día miércoles 15 de julio de 2009, llevándolo con él, permanentemente. Finalmente, el cuerpo se encontró el día 27 de julio del mismo año”.