“Hay que investigar que ocurrió a partir del disparo en esos 13 días hasta que murió”, dijo el abogado Carlos Salomón.
Ayer por la mañana se conoció que Walter Miranda, el instructor policial al que se le escapó el disparo que le costó la vida a la cadete Casandra Fernández, fue procesado por homicidio culposo. Su abogado, Carlos Salomón, inmediatamente se mostró listo para apelar la medida.
“Más allá de que vamos a apelar esta decisión, acá hay cuestiones muy importantes que nosotros creemos que se han omitido durante la instrucción de sumario. Hace dos meses o tres pedíamos la integración de una junta médica. El juez no contestó nada ni se expidió con respecto a la integración de la junta médica”, dijo el letrado.
Recordándole a la gente que Casandra murió 13 días después del accidente, Salomón destacó que “las primeras 17 horas, no recibió la atención médica que debía por cuestiones que no se relacionan con la acción de Miranda”.
“Hay que investigar que ocurrió a partir del disparo en esos 13 días porque hay que delimitar y verificar que, realmente, a raíz del disparo Casandra no tuvo ninguna posibilidad de sobrevida. En las cirugías y post cirugías, realizadas con posterioridad y hasta el momento de su muerte, podría haber ocurrido que alguien resultara responsable de este fallecimiento. Por lo tanto, Miranda tendría que responder por lesiones graves”, opinó Salomón.
“Quedó un espacio importante de investigación no cubierto. Es más, el juez directamente paralizó la causa porque la cedió en préstamo a los peritos psicólogos y psiquiatras, cuestión que no era necesaria en absoluto”, concluyó el abogado, sembrando dudas sobre la actuación del juez de la causa, Jorge Sabaini Zapata.
