“Hay gente que ni siquiera se les ha pagado, sobre todo a la gente de barrido”, dijo Adriana Sáez, una de las trabajadores cesanteadas, quien además asegura que los despidos son más de 520, siendo los más afectados aquellos que recibían ayudas económicas. “Creo que es político el motivo por el cual ha sido mi despido. Todavía estoy esperando mi pago”, comentó Adriana, quien durante las últimas elecciones trabajó en una unidad básica de Compromiso Federal.
“No sé en qué se basan. Dijo que se iba a basar en los legajos, pero evidentemente los legajos nunca han sido vistos. Encima nos trató de ñoquis. Si fuéramos ñoquis, yo creo que nos habríamos quedado sin trabajo hace rato”, agregó Sáez, quien también manifestó que mucha gente fue despedida después de que se reincorporó la gente que tuvo vacaciones en enero. “No está cumpliendo todo lo que prometió. Lleva 2 meses y a lo único que se ha dignado es a correr y correr gente”, concluyó la ex empleada municipal.
Cabe destacar que Sáez (al centro en la foto) y algunos de sus compañeros fueron recibidos a la siesta por el secretario de Gobierno de la Municipalidad, Julio César Fagés. Tras la infructuosa reunión, la protestante se dirigió al café Havanna, donde se reunió con los concejales de Compromiso, Zulema Rodríguez Saá y Gustavo Zavala. La reunión fue fotografiada por periodistas de la Dirección General de Prensa de la Municipalidad, quienes después fueron demorados ilegalmente por la Policía. Puede leer más sobre el tema en esta nota.
“Es absolutamente falaz esa información”, fue lo primero que Ponce le dijo a La Gaceta, refiriéndose a la cifra de despedidos que Sáez le dijo a la prensa. “Tengo la plena certeza de que este puñado reducido de personas, lo único que está haciendo es seguir los designios políticos de aquellos que los están azuzando por parte de concejales de Compromiso Federal. No queda ninguna duda que hay instrumentación política detrás de esta maniobra”, agregó el Intendente, claramente refiriéndose a la reunión entre Sáez y Rodríguez Saá y Zavala.
“Bajo ningún punto de vista nos van dar el brazo a torcer. Estamos trabajando como teníamos que hacerlo. Hemos detectado muchísimas irregularidades. Y se está en pleno proceso de reformulación de aquellas situaciones que realmente lo ameriten, pero bajo ningún punto de vista vamos a ceder a una extorsión o un apriete como el que ellos pretenden hacer. Había cantidad de ñoquis. Más de 60 personas ni siquiera se reportaban a trabajar”, fueron las duras palabras de Ponce.
“Lo que si es grave es que el jefe de Policía (Miguel Ángel) Ubieta no haya tomado intervención ante la solicitud nuestra. En este momento estamos analizando la posibilidad de la interposición de una denuncia penal por incumplimiento de los deberes de funcionario público para que se tomen medidas”, concluyó el Intendente, mencionando también que cabe la posibilidad de realizar una denuncia ante el Ministerio del Interior.