Siete horas después, cerca de las 19 horas, la Agencia de Noticias gubernamental dio a conocer que el Gobernador había decidido anular el memorándum en cuestión. “Luego de un pormenorizado análisis de la medida tomada por la cartera educativa, el primer mandatario provincial consideró que la normativa iba en contra de la promoción al mérito que rige en el sistema educativo”, fue lo único que se comunicó al respecto desde el Gobierno.
La decisión llegó tras un maremoto de críticas, las cuales hasta se vieron materializadas en medios oficialistas. Uno de los principales críticos de la medida fue Ernesto Blarasín, secretario general del gremio docente UTEP, quien rápidamente pronunció que “va en contra de la calidad educativa” y que “va a generar situaciones de violencia en las que el responsable es el docente”, ya que no era obligatorio aplicar la medida, sino que había que consensuarla con los educadores.
Además, el gremialista destacó lo tarde que se decidió aplicarla. “Los chicos ya saben que han repetido, y algunos ya se han cambiado de colegio y comprado un nuevo uniforme”.
Por su parte, Olga García, jefa del Programa Educación Obligatorio, del cual provino el memorándum, estuvo hasta alrededor de las 17 horas dando notas a medios periodísticos defendiendo la medida. “No estamos llegando tarde. Hasta el 7 de febrero han estado tomando exámenes. Justamente, surgió por los casos que se nos presentaron en las oficinas del Gobierno, un número cercano a 15 casos, en que los papás venían a plantear esta situación de que en muchas otras escuelas se estaba haciendo esto de dar una oportunidad”, declaró García cuando habló con La Gaceta, tratando de disfrazar una de las medidas menos populares de la gestión de Poggi y, seguramente, ignorando que en un par de horas más se daría marcha atrás con la misma.
