Fueron asesinados, de golpes en la cabeza, mientras estaban en su hogar.
El domingo, alrededor de las 14.45 horas, los cuerpos sin vida de Eduardo Domingo Moreno (81) y de su nieto Carlos Alejandro Moreno (17) fueron descubiertos en una vivienda ubicada en la calle Italia 1700, del barrio Aviador Origone. La última vez que los vieron a ambos con vida habría sido el jueves próximo pasado.
Cuando los cuerpos fueron descubiertos por amigos del adolescente, quienes ingresaron al domicilio por un patio interno trasero porque no les atendían la puerta, ya presentaban un avanzado de descomposición. En el living – comedor de la casa estaba el cuerpo del anciano y en la misma dependencia, pero en un rincón, el del menor. El cadáver del anciano estaba boca abajo y el del menor boca arriba.
Según la policía, la casa, “a simple vista”, no presentaba signos de violencia en las cerraduras, pero si se evidenciaba un cierto desorden.
El médico forense Horacio Sosa de los Santos determinó en la autopsia que la causal del deceso de ambos se debió a “un traumatismo craneoencefálico cerrado con hemorragia intracraneal”, producidos por fuertes golpes a la cabeza. Inicialmente, el avanzado estado de descomposición no permitió a la policía ver los golpes sufridos por los moradores de la vivienda, por lo que la causa de muerte fue rebelada luego de la correspondiente autopsia.
