Comedida en sus palabras, la ministra nacional repaso los mayores logros de los gobiernos de su hermano y su cuñada, contraponiéndolo con el neoliberalismo de Alberto Rodríguez Saá. “Nunca más un modelo neoliberal”, sostuvo Kirchner, luego de recordar el default a nivel de deuda externa e interna y las crisis que hoy en día aquejan a algunos países europeos.
“Una mirada desde lo local, sin seguir recetas del exterior, y vocación de cambio”, son algunos de los ejes políticos que mencionó la ministra, quien luego recordó que, este viernes, la ONASUR se reunirá en nuestra país “para tener una mirada propia, como la tuvo la Argentina”.
Minutos más tarde, en una pésimamente organizada conferencia de prensa, Alicia evitó opinar directamente sobre los hermanos Rodríguez Saá, pero cada vez que alguien le preguntó sobre ellos respondió con frases como: “Los gobiernos deben ser producto del consenso popular. Cuando a un pueblo no se lo deja participar activamente, nunca podemos un proyecto que esté enraizado en la gente”, y también, “no creo en la política del marketing. La gente quiere ver a sus políticos trabajar todos los días”.
“Es nuestra obligación construir, construir y construir. Considero que hemos hecho un cambio, una visagra en la historia de la política argentina. Hacía muchos años que no había un proyecto nacional para un país. Con lo que tenés como país, podés transformar esas realidades, no tenés que depender de aeropuertos afuera”, dijo Alicia Kirchner, orgullosa de las transformaciones de las que ha sido parte.
“No voy a hablar de números. Sí se pueden construir viviendas, las que falten, las que sean necesarias, pero no voy a hablar de números porque después te colocan un título y resulta que después tenés que contestar a lo que vos no dijiste”, concluyó Alicia, consultada por la promesa del candidato Alfonso Vergés que prácticamente fijó la agenda política de esta época de campaña.
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