Fue lo que dijo el joven juez de línea agredido por chicos de una escuela de Nogolí en un partido de fútbol de los Intercolegiales. La violencia desatada la semana pasada en un partido de fútbol de los Intercolegiales que provocó que el Gobernador ordenara la quita de puntos Escuela Justo José de Urquiza de Nogolí y el inicio de sumario al docente de educación física del establecimiento. El juez de línea Marcos Agüero (19), uno de los agredidos, radicó la denuncia ante la Fiscalía Nº3 y contó su versión de lo sucedido.
Según el relato de Agüero, tras finalizar el partido, un jugador que había sido expulsado se acercó al árbitro con la excusa de saludarlo. “Cuando lo dejo que vaya a saludarlo. Le estira la mano y le aplica un cabezazo en la altura de la boca, en el labio. Cuando observo esto, me pongo en medio de los dos, lo saco y lo empujo hacia atrás y ahí se vienen todos los chicos hacia donde estaba yo”, narró el joven.
En ese momento Agüero recibía patadas y golpes de puño por parte de los jugadores incluido el profesor. A raíz de las agresiones, Agüero retrocedía hasta que tropieza y se cae. A pesar de estar en el suelo, las agresiones no cesaron hasta que finalmente pudo ponerse de pie.
Mientras Agüero era agredido también fueron víctimas de la violencia sus compañeros de la terna arbitral.
“Se podría haber evitado si el profesor en vez de reaccionar hubiera tranquilizado a los chicos”, reflexionó el Agüero.