Fue lo que dijo una abogada sobre la fractura en el brazo que le produjo un policía a su hermano. Se radicó la denuncia por supuesto apremio ilegal.
Ayer, una joven denunció ante la Justicia que fue víctima del presunto apremio ilegal por parte de efectivos policiales, quienes le provocaron una fractura expuesta del húmero de su brazo izquierdo.
La madrugada del pasado 7 de octubre, Andrés estaba junto a unos amigos en una pizzería ubicada en av. Perón y Junín. Junto a ellos había otro grupo que estaban en un festejo de cumpleaños.
Un patrullero que circulaba por la avenida giró en U y bajaron tres policías. Los efectivos se quejaron del supuesto escándalo que hacían y pidieron a los jóvenes que se identificaran, por lo que se produjo una discusión. “Asi que sos picudo, identifícate”, contó que dijo un policía, María Victoria Solera, abogada y hermana de Andrés.
El joven quiso llamar por teléfono a su hermana pero uno de los uniformados le quitó el celular y le roció gas pimienta en la cara y boca.
“Reducido por dos de los policías, piden refuerzos, porque invocan que no lo podían controlar. Mi hermano es una persona que mide 1,65 y pesa 68 kilos. Me presento en el lugar y cuando llego estaba tirado en la vereda del asilo de ancianos, cabeza abajo, con precintos y ya lo habían quebrado”, relató la abogada.
La letrada contó que la quebradura del húmero izquierdo de su hermano la hizo un policía que bajó de una camioneta negra. Pero además de la quebradura, el joven tenía hematomas en diversas partes del cuerpo.
“Con muy poco criterio policial, si bien estábamos a tres cuadras del hospital, nos trasladaron hasta la salita del oeste. Uno de los enfermeros detecta que está quebrado y le ponen un suero con calmante y una especia de tutor de cartón. Desde ahí nos trasladan en ambulancia hasta el hospital y estuvimos entre media hora y 40 minutos para que el traumatólogo llegara”, narró Solera.
En el hospital, el brazo de Andrés fue enyesado y previamente se le tomaron radiografías que “siempre quedaron en poder de la Policía”, detalló la abogada, quien agregó que no se le dio otra medicación a pesar de tener una fractura expuesta.
Luego de la visita al hospital, el joven fue trasladado al hall de la Comisaría 2ª donde permaneció desde las 3 hasta las 8.30 horas. Solera manifestó que no entiende el motivo del traslado a la mencionada dependencia policial, ya que los efectivos que intervinieron eran de la Comisaría 1ª.
“Hago responsables a todos los que participaron del operativo inclusive al comisario (de la 1ª) porque cuando manifestó que nos iba a ayudar y yo le pedí por favor que me dijera quiénes habían sido los que habían actuado me dijo: ‘Camine tranquila por la calle’. Esa fue la contestación”, dijo la joven abogada.
Por estos días, Andrés se encuentra en San Juan para tratarse la quebradura por sus traumatólogos de cabecera.