[dropcap style=”circle”]E[/dropcap]l pasado 11 de junio, Ernesto “Pipi” Alí fue reelecto intendente de La Toma. Dos semanas después, se confirmó que será candidato en primer término a diputado nacional de Unión por San Luis. Teniendo en cuenta que el oficialismo debe hacer una muy mala elección para que Alí no entre como diputado nacional, es muy probable que, en diciembre, el intendente de La Toma tenga que elegir qué cargo asumir.
Obviamente, esto también significa que Alí terminará decepcionando a algunos de sus votantes, ya sean los que lo eligieron para que continúe como intendente de La Toma o quienes lo elijan como diputado nacional.
La Gaceta Digital le preguntó a Alí cuáles son sus planes en caso de ser electo legislador nacional, pero la respuesta del actual intendente, que casi nunca ha atendido de manera cordial a la prensa no oficialista, fue simplemente, y a la pasada, “no hay que contar los pollitos antes de que nazcan”. Acto seguido, fue a sacarse selfies con las diputadas Sonia Delarco y Anabella Lucero sin siquiera despedirse o excusarse de manera educada.
Si bien es cierto que “no hay que contar los pollitos antes de que nazcan”, estamos ante una situación en la que es altamente probable que estos pollitos nazcan. El oficialismo tiene que hacer una elección verdaderamente desastrosa para que estos pollitos no nazcan. Por ende, es ridículo que Alí quiera hacerle creer a la gente que no tiene pensado qué va a hacer en diciembre.
A esto se suma el historial de candidaturas testimoniales del oficialismo provincial, como María José Zanglá inmediatamente renunciando como diputada nacional en 2021 para que asuma Natalia Zabala Chacur; o Silvia Rapisarda para concejal en 2019.
¿Qué pasa si no asume como intendente?
Según indica la Constitución provincial, asumirá el presidente del Concejo Deliberante, quien tendrá un plazo de tres meses para convocar a nuevas elecciones, ya que la renuncia del intendente se produce antes de que haya cumplido dos años de mandato.
