[dropcap style=”circle”]A[/dropcap]l finalizar la jornada de este jueves, un hombre se entregó en la Comisaría 2da, diciendo que mató a Guadalupe Belén Lucero, la niña desaparecida hace más de un año, y la enterró en la zona de Valle de Piedra, en Potrero de los Funes.
Según reportó Amanecer Informados, el hombre padece de esquizofrenia e incluso su familia presentó un certificado médico dando cuenta de esta enfermedad mental. A su vez, no es la primera vez que se autoincrimina y la familia manifestó que está pasando por un brote muy fuerte de la enfermedad.
En su declaración aseguró que, para secuestrar a la pequeña, le habría dado “burundanga”, o escopolamina por su nombre científico, una droga que produce sequedad de piel y mucosas, sed, dificultad para deglutir y hablar, pupilas dilatadas con reacción lenta a la luz y visión borrosa para objetos cercanos. En dosis muy altas produce arritmias cardíacas, taquicardia severa, fibrilación, insuficiencia respiratoria, colapso vascular y muerte.
Tras drogarla, aduce el hombre, la subió a un colectivo, la trasladó a Potrero de los Funes, subió al cerro, “la estranguló” y ocultó el cuerpo de la menor de edad en la zona de Valle de Piedra.
Durante las primeras horas del día, el fiscal federal Cristian Rachid y la fiscal provincial Virginia Palacios se hicieron presentes en la Comisaría para tomar declaraciones al joven. También Eric Lucero y Silvia Domínguez, papá y abuela de Guadalupe, pasaron por la dependencia policial; al igual que familiares del joven, quienes presentaron el certificado de esquizofrenia.
Alrededor de las 3 horas, comenzó un operativo de rastrillaje, con más de 30 efectivos, en la zona sindicada por el joven que se presentó en la Comisaría Segunda.