[dropcap style=”square”]C[/dropcap]omo todos los años, el proyecto de presupuesto generó un largo y acalorado debate en la Cámara de Diputados. Por el lado del oficialismo, fue Eva Morel la principal encargada de defender el proyecto, destacó el “marco de incertidumbre” en el que fue confeccionado este presupuesto, “con una economía nacional que generó un contexto muy negativo para el país”, especialmente en los años 2018 y 2019.
A pesar de este contexto, Morel aseguró que es un presupuesto elaborado con “prudencia”, que es “equilibrado” y que “no se prevé ningún tipo de endeudamiento”. El presupuesto es de 77.569 millones de pesos, lo que representa un aumento del 25% con respecto al año pasado. En particular, Morel destacó que un total de 24.374 millones de pesos se van a invertir en educación, ciencia y tecnología; y que el 60% del total del presupuesto va a ser destinado a Salud, Educación y Seguridad.
Morel también resaltó que la pandemia afectó la recaudación en aproximadamente mil millones de pesos, al mismo que tiempo que, de coparticipación, se recibieron unos 4.200 millones de pesos menos.
Ahora que se eliminó el artículo de la Ley Permanente de Presupuesto que obligaba a que el 50% de los recursos se destinaran a gastos corrientes y el 50% a los de capital, desde el oficialismo reconocieron que este proyecto destina el 42,13% a gastos de capital.
Sin embargo, el presidente del interbloque San Luis Unido, Gastón Hissa, señaló que solo el 14% de estos gastos de capital son obras públicas, ya que el Gobierno nuevamente ha incluido los planes sociales dentro de esta categoría y no como gastos corrientes. “¿Cómo se va a reactivar la economía si la obra pública está enfriada? Con el 14% el Gobierno provincial no tiene en la agenda hacer obras, entonces van a seguir generando pobreza”, disparó el diputado opositor, quien además se refirió a las cifras que el Indec dio a conocer la semana pasada y aseguró que “el plan de lucha contra la pobreza fracasó y que el modelo de Rodríguez Saá ha fracasado”.
Otro punto que señaló Hissa es que el presupuesto es “deficitario”, ya que utiliza 3.600 millones de pesos de las reservas en gastos corrientes. Sobre este punto, Verónica Causi, del bloque Sanluiseños por el Cambio (que es aliado al oficialismo), le preguntó a la oposición “¿cuándo consideran que hay que utilizarlo? El Gobierno toma mano del fondo anticrisis porque estamos viviendo una crisis”. Esto también fue destacado por Morel, quien señaló que justamente este es el propósito del fondo anticrisis.
Varios diputados opositores coincidieron además en señalar que no se evidencian “políticas públicas para generar puestos de trabajo genuinos”, como lo manifestó Hissa. “No hay una lucha contra la pobreza, no hay una generación de empleo”, dijo Mónica Becerra, también de San Luis Unido, que fue autora de uno de los despachos por minoría. “En San Luis no hay trabajo, a lo único que pueden aspirar a nuestros hombres y mujeres en el barrio es a que el Gobierno vuelva a abrir el plan. No tenemos una matriz productivo, no sabemos a dónde vamos”, disparó Juan Pablo Funes Bianchi, de Todos Unidos, quien se preguntó, “¿cuál es la estrategia para disminuir la pobreza?”.
Hissa y Funes Bianchi también señalaron que, en materia de viviendas, solo están presupuestados 1.800 millones, lo que equivale a unas 500 casas. “Se termina profundizando una demanda insatisfecha de todos los puntanos. Con 500 viviendas en su máxima, claramente no logra cubrir la expectativa en la cantidad de inscriptos”, dijo Hissa, mientras que Funes Bianchi destacó que la proyección plurianual del Gobierno arroja que la inversión va a ser cada vez menor. “¿Esa es la ilusión que el Gobierno le da a sociedad de viviendas?”, dijo el legislador.
“Este modelo, estas decisiones y estas situaciones nos llevan por mal camino. Si no cambiamos de modelo o volvemos a un nuevo modelo es difícil que tengamos éxito”, continuó Funes Bianchi, quien luego explicó que el bloque Todos Unidos no iba a votar en contra, sino que se iba a abstener por la “situación excepcional de pandemia”.
“Advertimos, este no es el camino correcto, no es un presupuesto que le haga bien a la provincia de San Luis. Tienen la herramienta, pero no elegido el mejor camino”, dijo Funes, que también criticó el gasto excesivo en publicidad en plataformas como YouTube y Facebook, especialmente cuando se lo compara con lo que se va a destinar a programas como el de discapacidad o salud sexual reproductiva.
Para la aprobación de este proyecto, el oficialismo contó con el respaldo de los bloques minoritarios de la Cámara, como Institucionalidad, Raúl Alfonsín y Sanluiseños por el Cambio, los cuales de igual manera realizaron sus críticas. Por ejemplo, Alberto Fara, del bloque Raúl Alfonsín, criticó que haya 7 mil millones para planes sociales porque eso evidencia que “después de 17 años del Plan de Inclusión Social no se crearon los instrumentos para que esa gente no esté en esa posición y esté en una posición de trabajo”.
Verónica Causi, de Sanluiseños por el Cambio, también votó a favor, pero criticó que solo un “puñadito de obras” va para el departamento Pedernera. “Creo que Pedernera se merece más”, dijo la diputada, quien además manifestó que, si bien lo que se necesita es “un plan para que San Luis se ponga de pié”, este presupuesto “intenta contener la pobreza” ante un “pésimo panorama económico 2021”.
Ricardo Chaves, del bloque Juntos por la Gente, también deslizó algunas críticas, pero señaló que “estamos en pandemia” y que “lo mejor que podemos hacer es dejar que los Gobiernos trabajen”.
Tras estas alocuciones y muchas otras más, cabe recordar que el debate duró más de 5 horas, este proyecto fue aprobado con los 27 votos del oficialismo y los bloques minoritarios, contra 11 votos negativos de San Luis Unido y las 4 abstenciones de Todos Unidos.