Esa impresionante cifra contribuyó, sin lugar a dudas, a que se viviera una mañana de nervios e histeria en el Círculo de Suboficiales y Agentes. La mayoría de la gente no sabía cuáles eran exactamente los requisitos, a lo que hay que sumarle que muchos concurrieron sin DNI, o una fotocopia del mismo, y que el personal del Ministerio del Progreso se vio claramente sobrepasado ante la gran demanda.
Todo el mundo quería dejar asentada su necesidad habitacional en los formularios que entregaba la gente del Ministerio, por lo que se formaron grandes colas de gente y amontonamientos frente a las mesas. En la entrada del salón, nerviosos asistentes que todavía no habían podido ingresar insultaban y empujaban a quienes se querían colar o a los periodistas que habían ido a cubrir la noticia. Mientras tanto, al fondo del salón, Pablo Berardo, jefe del Programa Vivienda, se vio rodeado de gente que, a pesar de no cumplir con los requisitos, buscaba desesperadamente una solución.
Sobrepasado por la situación, el funcionario prometió que los solteros y los matrimonios sin hijos iban a poder llenar el formulario del último grupo prioritario, el de familias de hasta cuatro integrantes. Más tarde, en diálogo con la prensa, Berardo también aseguró que el formulario estará disponible en la página del Ministerio del Progreso.
“Después de estas reuniones lo que vienes es una etapa de análisis, el cual tiene que ver con chequear la documentación de que las familias realmente correspondan a ese grupo y que las integren los familiares que han declarado. Posteriormente, nos permite un análisis a nivel de prioridad social, en el sentido de viviendas, y posteriormente, en los meses de octubre y noviembre, ya estar trabajando sobre la preadjudicación de los planes”, adelantó Berardo, quien también comentó que todavía es muy pronto para vaticinar un número posible de viviendas a construirse.
Mi encuentro con Natalia
“Sabíamos que esta cantidad de gente iba a ser por letra, porque habíamos hecho un estudio previo de la gente que se podía acercar a las reuniones y, en función de eso, hemos estado armando los equipos de contención”, me dijo, una hora más tarde, Zabala Chacur, luego de la clásica reunión de Gabinete de todos los martes.
Minutos después, cuando me acerqué a pedirle el cronograma de reuniones para el interior provincial, la ministra, claramente molesta por mis comentarios ante el resto de los medios, me preguntó por qué había dicho que habían ido 2 mil personas a la primera reunión, insistiendo con que en sus listados solo figuraban unas 700 personas con apellidos que empiezan con la letra A. Después de explicarle que esos 700 asistieron acompañados de sus familias, Zabala Chacur no pudo negarme la cifra y, en vez de darme el cronograma que le había pedido, me refirió a su representante de prensa, que no estaba presente, para conseguirlo.
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