Opinión: por un periodismo sin explotación y sin improvisados

En el Día del Periodista se hace un pantallazo por algunos aspectos que padecen los comunicadores sanluiseños.

¡Feliz día para todos los colegas! Es un día especial para todos los que ejercemos el periodismo y nos formamos para hacerlo. Es la época del año en la que se recibe el cariño y reconocimiento del público. Más allá de lo mencionado también es el día en que muchos reflexionamos sobre lo que se debe mejorar en la profesión, problemas que vienen desde hace muchos años y que no vislumbran soluciones a corto plazo. 

Entre las muchas cosas que se deben mejorar en la profesión, una central es que se debe terminar con la explotación de los dueños/empresas de medios hacia los periodistas. El periodismo en San Luis es una profesión en general precarizada no solamente en lo salarial, sino muchas veces también en las condiciones en las que se trabaja. Son pocos los periodistas en San Luis a los que les va bien económicamente ejerciendo la profesión.

Los periodistas deben cobrar un salario digno acorde al trabajo que hacen, como cualquier otro trabajador se merece. Existen varios casos de colegas que cobran un sueldo por una función y ejercen varios roles por lo que los medios deberían pagarles mucho más. Por ejemplo, un periodista televisivo debe ser productor, movilero e incluso camarógrafo.

Otro caso es el de aquellos que tienen un salario básico muy bajo y para incrementar el sueldo deben vender publicidad de la cual se quedan con un porcentaje, el resto se lo queda el medio. Lo mencionado es una práctica común en las radios.

En algunos medios es habitual que la patronal “esconda” la relación de dependencia con el periodista para abaratar costos. Los periodistas son monotributistas que le facturan al medio por su trabajo y obviamente deben pagar los impuestos ante al AFIP. Hay colegas que le facturaron durante años al medio hasta que finalmente lograron un contrato. Otros aún esperan.

Basta de improvisados

Otro aspecto polémico son los periodistas improvisados que sin formación en periodismo o medios deciden ejercer la profesión, personas que de la noche a la mañana decidieron ser periodistas. Son los “periodistas de Ribeiro” como se los denomina desde hace tantos años. Personas que compraban un grabador y ya se recibían de periodistas. Ahora basta con descargar una app para grabar audio o usar la cámara del celular.

Aunque la libertad de expresión es un derecho constitucional, el periodismo debe ser ejercido por personas capacitadas para hacerlo. Muchas profesiones en la actualidad, para ser ejercidas, es requisito fundamental que los trabajadores deban tener la matrícula habilitante. En San Luis debería ser igual.

Ojalá algún día exista en San Luis un colegio de periodistas que ponga un freno a los improvisados y que además vele por buenas condiciones laborales y salariales de los profesionales.

Finalmente, brindo por un periodismo cada vez más profesional y que no mienta intencionalmente al público para favorecer los intereses del político dueño del medio o el que lo financia.

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