Desde hace varios meses, los hermanos Rodríguez Saá han dejado bien en claro que a ninguno de los dos les interesa volver a ser gobernador de la provincia. “El” Adolfo quiere seguir viviendo en Buenos Aires y yendo a trabajar, como mucho, dos veces a la semana al Congreso, mientras que “el” Alberto está obsesionado con ser presidente de todos los argentinos y reimponer el neoliberalismo en el país.
Con Alicia Lemme al mando de la Municipalidad, y en carrera para renovar su mandato, todo parece indicar que los Rodríguez Saá han designado al actual jefe de Gabinete, Claudio Poggi, como su sucesor, si es que la cosa no “se pone peluda” (léase una fórmula opositora única y el radical José Luis Riccardo trepando cada vez más en las encuestas de 60 mil pesos que el Gobierno ha comprado).
Más allá de la campaña “Adolfo volvé: una más y no jodemos”, que lidera el diputado Marcelo Amitrano haciéndose pasar por “el pueblo”, parece ser que los hermanos feudales están más que interesados en promover la figura de Poggi hasta las últimas instancias, ya sea como candidato a gobernador o vice, acompañando a Adolfo.
Por ende, este cordobés que desde 1987 vive en la provincia ha encabezado cuanto acto público el Gobierno haya realizado en los más recónditos rincones de la provincia. En los últimos 14 días, además de encabezar el desfile del 25 de Mayo, Poggi inauguró pavimento en La Toma y Villa Mercedes y también una plaza integradora en Saladillo. Además, jugó y aprendió con alumnos de primaria en el Día del Medio Ambiente, entregó una ambulancia en Fraga y muchísimas computadoras en La Petra, Balde de la Isla, Pampa del Tamboreo y Paso del Rey.
A todas estas apariciones, hay que sumarles la multitud de entregas que lidera en el marco del programa Pueblos Puntanos. Como parte de ese programa, en la quincena mencionada, protagonizó sendos actos en La Toma, La Carolina y Valle la Pancata.
¿Será suficiente esta agresiva promoción para convertir a Poggi, en un candidato viable de cara a las próximas elecciones? Al fin y al cabo, su gran capacidad de gestión no quita que, en 2007, Poggi haya sido la cara de la derrota de Rodríguez Saá en Merlo.
También es más que obvio que, si ellos no quieren ser candidatos, los Rodríguez Saá no tienen a quien promover, ya que, en sus casi tres décadas en el poder, no han dejado que ninguna figura política, por más aliada que sea, crezca por sus propios méritos. “En San Luis no hay póker de aces, hay pierna de aces, si no tenés al Alberto, el Adolfo o la Alicia, perdés”, nos comentó ayer un funcionario público cuando conversábamos sobre las próximas elecciones.
Por todo lo dicho, no sería extraño que, dentro de pocos días (se rumorea este sábado), se proclame a Poggi candidato a gobernador o, como mínimo, vice.